De la mano de Vertical Pop y sus conciertos sublimes, hemos podido ver fuera de Sevilla a Pony Bravo presentando su segundo disco “Un gramo de fe”. Traían bajo el brazo un cártel llamativo y original, eso y su personalidad altamente distinguible dentro del panorama musical nacional, hizo que la mayoría de los asistentes fuéramos con las mismas ganas con las que un devoto de la hermandad de la Macarena asiste a una procesión. Dart Vader disfrazado de nazareno, es una forma muy peculiar de invitar a la gente a pasar un agradable rato en su rancho particular.
Con puntualidad inglesa, empezaron el concierto intercalando un par de canciones de sus dos discos, “La voz del hacha” y “El piloto automático”. Desde el principio transmitían mucha complicidad entre ellos, se divertían en el escenario y lo contagiaron a todo el público. El toque irónico, elemento que predomina en sus letras, no tardó en llegar. La tercera canción, “Super-Broker”, iba dedicada a Teddy Bautista y Cayetano, qué casualidad.
Después de “Ninja de Fuego” y ”Guarda Forestal”, llegó una de las canciones más esperada de la noche, esperada quizás, porque la canción es pegadiza, o quizás, porque tiene un ritmo que cuando entra en tu cuerpo no puedes parar de bailar. Una pena que la canción más deseada, esa que da nombre al grupo, nunca llegó. Esperemos que en algún concierto del 2012 la recuperen, no vaya a ser que se acabe el mundo.
La apuesta por el castellano en este segundo disco, dejando a un lado el inglés, predominó todo el concierto. Con una excepción y varias canciones más, “Fullero”, “Salmos 52:8”, entramos en un estado de hipnosis. Algo que debieron hacer intencionadamente, ya que en esta parte, donde reluce la parte más experimental del grupo, incluyeron “Hipnosis Grove”.
De repente, las luces se encienden, el público se alborota y empieza a sonar “La rave de Dios”. Con un gramo de fe, pon un gramo de fe, nos recordaban a qué habían venido y por qué muchos salimos de allí adorando a los Pony. Le siguieron dos grandes temas, “El rayo” y “El campo fui yo”, demostrando de nuevo su bravía.
Para terminar, no faltaron los bises “Trinchera” y “China da miedo”. Una grata sorpresa fue cuando Daniel, le cede el micrófono a Pablo, y terminan el concierto con un tema nuevo, “Mi DNI”. Gran esperanzador final, que hace que estemos pendientes a sus nuevos temas.
Nos fuimos de la Joy Eslava con ganas de más. Esa mezcla de rock andaluz, reggae, blues y kraut, conecta muy bien con el público y demuestra que aunque van mucho a su aire, estos tipos, son unos fieras. Si os gustó el concierto o tenéis ganas de asistir a uno de ellos, no dejéis pasar este sábado en la sala Nasti, la actuación de Fiera, con Coraje y Margarita. Mientras, no sólo esperaremos la vuelta a la capital de los Pony, si no que, esperamos ansiosamente sus próximos diseños.