Si en el mes de abril tuvimos la oportunidad de disfrutar del directo de los noirlandeses And So I Watch You From Afar, una de las bandas del género últimamente conocido como math rock o post-rock instrumental, semanas después acudimos al encuentro de otra de la formaciones pertenecientes a este movimiento y que, a mi modo de ver, se alzan a la cabeza de semejante enjambre de bandas: Russian Circles, unos asiduos de nuestros escenarios. De hecho en cuatro años 3 han sido las ocasiones que han pisado la península con su correspondiente visita a la capital española. Cuatro también son los discos en su haber y Empros, el último y más reciente de ellos, la razón de su regreso.
Lo de los “rusos” es otro “cantar”, aunque precisamente cantar lo que se dice cantar nada de nada (ni falta que hace); el trío se basta sobradamente para generar emociones ejecutando sus respectivos instrumentos. La llegada a la banda de Brian Cook ha dotado a la formación de más peso y eso también se nota en su sonido, donde los samplers también cobran más protagonismo y libera en parte a Mike Sullivan en sus quehaceres con la guitarra. Pero el verdadero protagonista (con permiso de Mike) sigue siendo Dave Turncrantz. Su labor al frente de la batería sólo puede ser catalogada con grandilocuentes adjetivos. Su pegada y manejo de la misma es simplemente impresionante.
Como comienzo y para que no haya lugar a ningún tipo de duda la inquietante Carpe de su primer trabajo Enter, a la cual le sigue la imprescindible y genial Harper Lewis (Station).
Dos temas y ya han dejado el local “patas arriba”. A pesar de tener el dedo gordo de su mano izquierda entablillado, el manejo a la cuerdas y la capacidad de crear con el loop de Mike Sullivan es sobresaliente que, acompañado de un gran sonido en general, consigue envolverte en diferentes atmósferas.
309 es uno de los cortes de Empros, en una clara línea continuista de sus anteriores trabajos pero donde más se nota el aporte de Cook a la banda: más directa en ciertos tramos y con más dureza. Geneva es su siguiente corte, mismo nombre que da título a su tercer trabajo de estudio y canción con la que completan la representación de todos y cada uno de sus discos editados con las canciones hasta ese momento interpretadas.
Más temas de Empros, en esta ocasión es el turno de Batu, en una nueva demostración de rudeza a cargo del bajo del sr. Cook. Y como colofón Youngblood. Primeras notas y se desata la locura sabedores de lo que llega con este auténtico “temón” donde los haya. He aquí donde más destaca el manejo del loop del sr. Sullivan erigiéndose en competidor en el protagonismo con el siempre apabullante portador de baquetas Sr.Turncrantz. Acojonante !!!
Para el final Mlàdek (Empros), otro tema que ahonda en la crudeza del renovado sonido de los de Chicago y casi sin descanso, para los bises: Death Rides a Horse, ese caballo que cabalga desbocado transportando a sus lomos una nueva lección de tapping a cargo de Mike.
Esto no da para más, ha sido poco más de una hora de concierto a una media de 8 minutos por canción pero que ha cubierto de buenas sensaciones los cuerpos sudorosos de cuanta gente llenaba la misma sala que ya los recibiera allá por el 2008 en otra más que notable demostración del trío norteamericano.
Esperamos su vuelta por nuestros escenarios, lo cual no nos cabe ninguna duda harán no prolongándose mucho en el tiempo.