Revista Libros
El sábado pasado, 12 de marzo, y con un fabuloso ambiente fallero en las calles de Valencia, tuvo lugar la reunión mensual del Club de Lectura Romántica y Erótica en la Casa del Libro del Paseo de Ruzafa.
Esta vez, las lectoras habían escogido como lectura a comentar mi novela UNA CHICA CON ESTILO. Y os puedo asegurar que fue para mí una tarde memorable.
Para empezar, las chicas me recibieron con una entrañable sorpresa, ya que habían decorado la entreplanta donde se reúne el club con globos de color rosa y blanco. Y todas ellas se habían agenciado un tocado de plumitas años 20. En cuanto llegué, me obsequiaron con uno para que me lo colocara en el pelo.
Varias editoriales y autoras ofrecieron libros que sorteamos después. Y Ediciones Versátil tuvo el detalle de encargar dos tazas exclusivas con la portada de UNA CHICA CON ESTILO, que en el sorteo fueron a manos de Míriam y Mercedes. Mi agradecimiento también a las chicas que vinieron desde Llíria y a Amparo que se desplazo desde Cullera para estar allí.
Como autora del libro, me supuso una tarde sobre todo de aprendizaje. A través de las opiniones de las lectoras tuve la oportunidad de "ver" la historia de Helen y Ray desde el otro lado del espejo. Hubo comentarios muy enriquecedores, como los de Carmen cuando contó el antes y el después que supone la escena que transcurre en el tren, cuando atraviesan el viaducto de Limann en el estado de Conneticut. Gracias a ello supe lo revelador que es ese diálogo para las lectoras, una visión nueva para mí de la novela, ya que yo sé en todo momento qué le ocurre a cada personaje y cuales son sus desventuras íntimas.
Fue muy curioso descubrir que a algunas lectoras les parecen muy importantes ciertos detalles que para mí son meras anécdotas y, sin embargo, les pasan desapercibidos otros que para mí a la hora de escribirla me resultaron difíciles de contar y de documentar.
Me encantó también ver caras nuevas, entre ellas a Isabel, una lectora de mis libros en las bibliotecas municipales de Valencia y que asistía a un club de lectura por primera vez.
Charlamos también sobre la fase de documentación, tan ardua en las novelas románticas que transcurren en siglos pasados y su reflejo, después, en la trama amorosa de la novela.
Me encantó escuchar qué escenas les resultan más entrañables, divertidas o sentidas y me quedó la espinita de no haber comentado, por falta de tiempo, cual es mi escena preferida de la novela, que es la que el comisario Donnelly va a atrapar a Bobo Sullivan a la carpintería de ataúdes.
Por lo que me contaron, Oliver Donnelly se ganó el corazón de todas ellas e insistieron, como ya han hecho muchas lectoras, en que algún día cuente su historia.
Me preguntó Cristina cómo había vuelto, seis años después, a ser "la Olivia de antes", refiriéndose a mis inicios cuando escribía sólo novela romántica histórica. Y creo que quedó claro que sigo siendo la misma escritora, antes y ahora, puesto que UNA CHICA CON ESTILO enamora tanto o más que DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN, donde conté la historia de Laura McKerrigan (hermana menor de Helen), una novela que escribí en el año 2010.
Hablamos largo y tendido sobre los felices años 20, la vida cotidiana de la mujer en esos años de entre guerras y sus esfuerzos por hacerse valer en la sociedad.
Lo mejor que me llevo de esa tarde, además de los bombones con que me obsequiaron las chicas del club, es que toda la pasión se transmite. Toda la que yo pongo cuando escribo las lectoras la sienten también cuando leen el libro.
Mi agradecimiento a María Gardey por coordinar tan bien esta reunión del club y a Merche, de Casa del Libro, que ha logrado convertir la librería en nuestra casa.
Concluyo con una recomendación a mis compañeros escritores: si tenéis la oportunidad de asistir a un CLUB donde se analice y comente una de vuestras novelas, no dejéis de hacerlo porque escuchando a los lectores se aprende y reflexiona mucho sobre el proceso creativo.