Revista Libros
El pasado fin de semana fue digno de recordar. A pesar de llegar tarde a Mallorca por culpa de un retraso en el vuelo debido a la tormenta, circunstancia que obligó a postponer a su vez mi discurso de apertura como madrina del II Congreso Romántic Mediterránea.
Hacía muchos años que no visitaba las Islas Baleares y, gracias a la literatura romántica, me reencontré con esa maravillosa ciudad que es Palma de Mallorca a la que estoy deseando regresar para pasearla con calma y ojos viajeros.
Fueron dos días de reencuentros con amigas escritoras, lectoras y bloggeras a las que la distancia me impide ver tanto como me gustaría, de charlas en torno a un café, de risas, de abrazos y de ese ambiente entrañable que se crea cuando nos juntamos personas que disfrutamos con la lectura.
Dos cosas debe destacar respecto a esta segunda edición del Romántic Mediterránea que me han sorprendido gratísimamente. La primera de ellas, el buen rollo. Un aplauso a todos nosotros, lectores, libreras, escritores, editoriales y comité organizador, porque durante todo el encuentro reinó el verdadero compañerismo.
El otro aspecto a aplaudir fue la originalidad.
Por segunda vez, siguiendo el camino iniciado por el Congreso Romántico de La Coruña, se dio voz a las lectoras a través de una mesa compuesta por mujeres que nos leen llegadas desde distintos puntos de la península. Muy contenta de que invitaran a dicha ponencia al Club de Lectura Romántica y Erótica de la Casa del Libro del paseo de Ruzafa de Valencia, que estuvo sobérbiamente representado por nuestras queridas Estela y Carmen.
Y la otra nota original la puso la mesa dedicada a la narrativa romántica LGBT, mal llamada homoerótica, como bien recalcó el editor de Khabox Editorial, Fabián Vázquez.
No creáis que todo fueron jornadas de trabajo. Por la noche, las valencianas fuimos a cenar a Es Puig, el encantador restaurante de Merche Fernández, una querida lectora palmesana, donde disfrutamos de deliciosos platos y mejor compañía.
Estiré mi estancia hasta el domingo y, guiadas por mi compañera la escritora Anabel Botella Soler y Juanjo Grau, mallorquines de corazón, las chicas de Valencia disfrutamos de un desayuno típico y un paseo por los rincones más singulares del centro de Palma.
Gracias a las chicas de la Librería Paraíso de Cádiz que estuvieron al pie del cañón durante todo el evento.
Gracias a las empresas y editoriales colaboradoras por la bolsa de regalitos que nos trajimos de Mallorca.
Gracias también a editores y escritores que aportaron libros para los sorteos, aunque a mí no me tocó ninguno. No hubo suerte esta vez.
Mi agradecimiento de corazón al comité organizador del Congreso, puesto que gracias a su trabajo de meses, desinteresado y tan poco agradecido, pudimos disfrutar de un fin de semana estupendo dedicado a la literatura romántica.
Y para concluír, ¿queréis saber qué me traje de recuerdo? Pues el útimo libro de Noelia Amarillo, NADIE MÁS QUE TÚ, mi ejemplar de la antología solidaria AILOFIU MOR, en el que colaboro con el prólogo y el mini-relato que constituye el epílogo, y como no podía faltar, ¡una enorme ensaimada!