Cruzamos la frontera y ya tenemos otro país en la saca para tachar: Estamos en Lituania, que nos recibe con un día encapotado que amenaza lluvia. Nuestra siguiente parada tan sólo nos tomará un par de horas, está situada a unos 65 km. de la frontera con Letonia en la parte norte de Lituania.
Estamos en la Colina de las Cruces, una loma rodeada de miles de cruces,crucifijos, rosarios e imágenes de Jesucristo, vírgenes y Santos. Una de las estampas más evocadoras de Lituania que permite la fuerza del catolicismo en este país. Las cruces comenzaron a aparecer en la colina tras la dura represión de los levantamientos de 1831 contra la Rusia zarista. A finales del XIX había 150 cruces grandes, 200 en 1914 y muchas más cuando los soviéticos ocuparon Lituania en 1940.
El nuevo Régimen ateo cosideraba la colina un símbolo religioso innecesario y la desmanteló en 1961, pero las cruces reaparecieron poco después. En 1973 fue demolida y en 1975 se arrasó de nuevo y se cubrió de escombros, pero las cruces continuaron apareciendo. Finalmene la colina fue dejada en paz y cuando el Papa Juan Pablo II la visitó en 1993 albergaba cruces y esculturas religiosas de todas partes del mundo.
A día de hoy, este lugar, que se ha convertido en lugar de peregrinaje y turístico, sigue acumulando cruces, crucifijos y diversos cachivaches religiosos, convirtiéndolo en una especie de Síndrome de Diógenes del catolicismo. Un lugar fascinante que no debemos perdernos, el resto, ya es dejar que hablen las fotos...