La antigua ciudad imperial de Hue, uno de los centros culturales e históricos más importantes de Vietnam, es célebre por por su tradición intelectual, su culto budista y su excelente cocina. A pesar de los daños sufridos durante las guerras de Indochina, sigue siendo un lugar de gran belleza, a través del cual fluye el río del Perfume. Al norte de la ciudad se sitúa su principal atractivo turístico: La Ciudadela, que podría equipararse un poco en grandeza a la Ciudad Prohibida de Pekín.
La Ciudadela de Hue, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1993, fue levantada por el emperador Gia Long en 1805, podría decirse que no es excesivamente milenaria ni mucho menos, pero su diseño, estilo arquitectónico y artístico la hace única. Esta gran fortaleza consta de tres recintos concéntricos: La Ciudad Cívica, La Ciudad Imperial y la Ciudad Púrpura Prohibida.
La Ciudadela fue diseñada combinando los preceptos de la geomancia china y los principios militares del arquitecto francés Sebastien de Vauban, lo que dio como resultado un complejo con hermosos palacios y templos coexistiendo con murallas defensivas, bastiones y fosos. A pesar de los daños sufridos en las diferentes guerras, los trabajos de restauración han devuelto gran parte de su grandeza perdida.
Desde el palacio de la Suprema Armonía, hasta el Palacio de los Mandarines, pasando por la Atalaya de los Cinco Fénix, el Templo de las Generaciones y el Teatro y Biblioteca Real, pasear y dejarse perder por esta Ciudadela, supone todo un espectáculo para los sentidos y una visita bien merecida en Hue.