- Portada de Panini
Muchos héroes han muerto a lo largo de su historia, pero pocos lo han hecho hasta en dos ocasiones. El arquero más famoso del Marvel Cómics, Ojo de Halcón, ha padecido en tinta propia ese dudoso y atípico honor.
Cuando Brian Michael Bendis desmembró a Los Vengadores, Clint Barton murió en el ataque perpetrado por la Bruja Escarlata junto a La Visión y al Hombre Hormiga. Poco tiempo después, Wanda recrea el mundo a imagen y semejanza de Magneto y decide traer al arquero de entre los muertos sólo para que dispare una cuantas flechas porque en el transcurso de unas breves páginas Clint vuelve a caer. Finalizada la saga Dinastía M (y con la vuelta a la “normalidad” del mundo), un confundido (y nuevamente revivido) Ojo de Halcón reaparece en frente de la derruida mansión vengadora en busca de respuestas.
La balada de Clint Barton y Wanda Maximoff es un relato autoconclusivo que narra un encuentro muy esperado por todos los lectores y fanáticos del carismático arquero. Sin embargo, y pese a la premisa inicial, la historia se queda simplemente en eso, en un buen punto de partida. Brian Micahel Bendis desaprovecha una oportunidad de oro en la que podría haber sido una historia memorable, ya que ni siquiera el bueno de Clint consigue descubrir los motivos que llevaron a Wanda a asesinarlo.
Interior de La balada de Clint Barton y Wanda Maximoff
Por otra parte, Alex Maleev cumple como siempre. El artista búlgaro consigue plasmar un universo más onírico que real, ambientes imposibles y situaciones extrañas (con romances incluidos). Su particular visión de la anatomía femenina regala uno de los retratos más bellos de la Bruja Escarlata.
Ediciones
La historia se encuentra en el nº24 de Los Nuevos Vengadores, publicados en grapa por Panini.
Nacho Pillonetto
Milano y comiquero.
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