De la misma forma que nuestro organismo reacciona de formas diferentes según el momento del día en que nos encontremos, los investigadores han llegado a la conclusión de que un fármaco actúa mejor o peor dependiendo de la hora en que se tome.
Así nace este disciplina, que investiga cuándo es el mejor momento para que las medicinas aumenten su eficacia o provoquen menos reacciones adversas. Esta teoría ya se aplica en determinadas enfermedades:
Colesterol
Se sintetiza entre la medianoche y la madrugada.
Por ello debe tomarse la medicación anticolesterol a última hora de la tarde con el fin de alcanzar su efecto máximo a las dos o tres horas.
Hipertensión
La presión arterial sube durante el período comprendido entre las seis y las doce de la mañana, disminuyendo por la tarde y noche.
Se recomienda tomar la medicación antihipertensiva por la tarde.
Artritis Reumatoide
Los síntomas se manifiestan generalmente a la hora del depertar.
Se recomienda administrar la medicación el día anterior por la tarde.
Osteoartritis
Los síntomas aumentan por la tarde.
El tratamiento se debe administrar por las mañanas.
Administración de corticoides
El organismo libera corticoides al máximo en torno a las ocho de la mañana.
Por ello conviene adaptar la administración a este ritmo circadiano, administrándolo a la misma hora: entre ocho y nueve de la mañana.
En cuanto a la interacción de los fármacos con determinados alimentos, las investigaciones se centran en otros factores diferentes, si bien hay que tenerla en cuenta, sobre todo en los procesos dolorosos, cuando el alimento puede reducir la absorción del medicamento.
Según fuentes de los profesionales farmacéuticos, un 40 % de los pacientes no cumplen con la toma del medicamento tal y como les fue prescrita.
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