Nuestra idea inicial era ir andando hasta la terminal, más que nada por no tener que estar buscando un taxi con sillita de bebé y buen maletero para meter maletas, carro...Ese fue uno de los motivos por lo que decidimos coger el hotel al lado del puerto. Pues...nuestro gozo en un pozo, resulta que si, el puerto lo teníamos al lado pero era la terminal de ferrys, los cruceros salen de otra terminal a la que es prácticamente imposible llegar andando cargados con todos los bártulos.
Camino desde el mirador de Colón a la terminal de cruceros
La buena noticia es que justo desde el mirador de Colón sale un autobús que por 2€ te lleva hasta la terminal de cruceros. La frecuencia de este autobús es de 30 minutos y está adaptado para minusválidos. Tiene otra modalidad de billete que es ida y vuelta por 3€, una buena opción para los que embarcan en un puerto distinto y quieren visitar Barcelona por su cuenta. Podéis encontrar más información sobre el puerto de cruceros en la web de barcelona-tourist-guide.
Parada de autobus en el mirador de Colón
Parada de autobus de la terminal de cruceros
Autobús de la terminal de cruceros
Nosotros cogimos el autobús y en unos 10 minutos ya estábamos en la terminal. Al llegar allí hay que pasar un por un primer control en el cual hay que enseñar billetes de embarque, pasaporte y dejar las maletas que queremos "facturar", es decir, las que nos llevarán directamente a la habitación. Nosotros nos quedaremos con el equipaje de mano y nos darán un número de turno de embarque. Ahora la pregunta es: ¿que es necesario dejar como equipaje de mano?
- Pañales: No es necesario un paquete entero pero si unos cuantos pañales por si tardan en subiros el equipaje a la habitación. Todo depende del bebé, pero con 5 o 6 pañales deberíais tener más que de sobra.
- Toallitas
- Comida para el bebé: el embarque se hace hacia mediodía así que no está de más llevar algo de comida por si le entra hambre antes de entrar al barco. No os olvidéis del babero y si le vais a dar algún puré llevar alguna cuchara ;)
- Si porteáis, la mochila portabebés, foulard o lo que uséis.
- Algún juguete para que la espera se le haga más amena.
- Una botellita de agua
- Una muda por si acaso hay algún escape o se mancha mucho comiendo.
- Cualquier objeto de valor: cámaras, móvil, dinero, joyas, tablet...
- Si queréis aprovechar las piscinas desde que entréis al barco, echad bañador y chanclas.
Tras el primer control tendremos que pasar por el arco de seguridad y el equipaje de mano lo pasarán por el escáner para comprobar que no llevamos ningún elemento prohibido. Subiremos por un ascensor hasta la propia terminal. Una vez allí habrá que ir al mostrador de Costa y enseñar el pasaporte, billete, un papel que tenemos que rellenar declarando que no tenemos ninguna enfermedad infecciosa y la tarjeta con el tuno de embarque. A nosotros al vernos con el niño nos cambiaron el turno por uno más prioritario pero eso no tienen por qué hacerlo.
Una vez hechos todos estos pasos ya solo queda esperar a que llamen a nuestro turno para embarcar. Pero no os preocupéis que no os aburriréis, habrá personal de Costa informando sobre los distintos servicios que se pueden contratar a bordo: Spa, paquetes de bebidas, paquetes de cenas en los restaurantes de pago...También hay un mostrador donde os podréis informar sobre las distintas excursiones que tiene Costa en cada escala y en caso de que os interese alguna podéis contratarla directamente allí. Nosotros contratamos el paquete de botellas de agua ya que era algo que teníamos pensado hacer cuando subiésemos al barco, así que ya que estábamos allí y no teníamos nada mejor que hacer pues preferimos dejarlo ya cogido y así teníamos una cosa menos que hacer.
Aprovechando que todavía nos quedaba un rato para embarcar y que había un chiringuito y además que Hugo ya empezaba a tener un poco de hambre pedimos que nos calentaran el potito y le dimos de comer. También hay baños con cambiador así que le cambiamos el pañal y cuando nos quisimos dar cuenta ya estaban llamando a nuestro turno de embarque.
Piscina del Costa Diadema
Ya estábamos dentro del barco, y como era la hora de comer lo primero que hicimos fue buscar el buffet y comer antes de que cerraran.
Después de comer fuimos a nuestro camarote, allí teníamos nuestras tarjetas y el diario de a bordo. Las tarjetas son la llave de la habitación, nuestra identificación para subir/bajar del barco y el medio de pago para cualquier cosa que compremos o cualquier servicio extra que contratemos. El diario de a bordo es una hoja informativa con todas las actividades que se llevan a cabo al día, los horarios de restaurantes, de las tiendas del duty free, vestimenta sugerida para la cena, si hay alguna fiesta temática, ofertas de la tienda de fotografía, de las excursiones... Pusimos la tele del camarote, ya que en ella te dan la información correspondiente al simulacro, además de información sobre los servicios a bordo y el resumen de gastos que llevas realizados. El simulacro se hace la misma tarde del embarque y consiste en, cuando suene la alarma ir a la habitación, coger los chalecos salvavidas y presentarse en el punto de reunión que os indica vuestra tarjeta. La tripulación va informando del itinerario a seguir para llegar al punto de reunión, además que está pintado en un cartel informativo detrás de la puerta del camarote. Es imprescindible llevar la tarjeta y los chalecos salvavidas de todos, incluido el bebé. Una vez en el punto de reunión la tripulación explicará en varios idiomas (incluido el español) como actuar en caso de emergencia y cual es la forma correcta de poner el chaleco salvavidas. Una vez terminado el simulacro hay que volver al camarote a dejar los chalecos y ya podemos seguir disfrutando del barco. Importante: el simulacro es OBLIGATORIO. Cuando llegamos al punto de reunión tenemos que fichar con la tarjeta, si detectan que falta alguien irán a buscarlo al camarote.
Tras el simulacro aprovechamos a dar una vuelta por el barco y pedimos información a la tripulación sobre los precios de Internet. En el barco no se puede llamar por teléfono, en primer lugar no tendréis cobertura y si la tenéis es vía satélite y sale por un ojo de la cara. Yo soy de la opinión de que un viaje de estos tiene que ser para relajarse y desconectar, pero viajando con un bebé no era plan de tener a los abuelos en un sinvivir una semana entera, así que finalmente contratamos un paquete de Internet para redes sociales, es decir, podíamos consultar Facebook, Twitter, Whatsapp, LinkedIn, Instagram, etc. pero no teníamos acceso ni a páginas web, ni a Youtube, ni al e-mail. A nosotros con tener Whatsapp para comunicarnos con nuestras familias nos sobraba. Se puede contratar por días sueltos o para toda la estancia. El precio del paquete para toda la estancia son 19€ + 3€ al darlo de alta, en total 22€, un precio bastante razonable.
Si vais con más gente tenéis disponible la app MyCostaMobile que os sirve para comunicaros entre vosotros, es una especia de Whatsapp que solo funciona dentro del barco. La tenéis que descargar dentro del propio barco, es totalmente gratuita y no se aplica ningún tipo de cargo de conexión a la wifi. A nosotros nos fue bastante útil porque si el niño estaba durmiendo uno de los dos nos quedábamos con él en el camarote y el otro a lo mejor aprovechaba y se iba a los jacuzzis o a alguna actividad que le apeteciera hacer y estábamos siempre comunicados. Si vais en grupo es casi indispensable, el barco es muy grande y es difícil encontrarse.
Para terminar el día nos acercamos un ratito al teatro, el espectáculo era de rock y descubrimos que a Hugo le gusta la buena música ;)
Después nos fuimos a cenar. Al tratarse de una naviera italiana, la comida también es bastante italiana, de hecho siempre hay algún plato de pasta, pero si no os gusta este tipo de comida, no os preocupéis que hay para elegir y de todo se puede repetir ;)
Esta era la carta del primer día:
Menú de la primera cena
Y esta nuestra cena:
Atún ahumado con cebolla agridulce
Croqueta de patata, carne y guisantes sobre crema de queso de oveja
Raviolis de queso ricotta y menta
Espaguetis con anchoas, pasas y piñones
Pollo asado alla Nissena con queso de oveja y limón
Los potitos que tenían para los niños
Cannelo
Mouse de fresa
Tras la cena nos dimos una vueltecilla por el barco y nos fuimos a descansar. Al día siguiente tocaba visita a Mallorca, pero eso ya os lo cuento el próximo día.