La ingesta diaria de verduras está asociada a múltiples efectos saludables, dada la acción antioxidante, antiinflamatoria, antiplaquetaria y antihipertensiva de algunos de sus componentes. Su toma, dentro de un patrón dietético adecuado, mejora el perfil de los lípidos en sangre y la función endotelial. Así mismo, la fibra vegetal protege contra el cáncer colorrectal y la ganancia de peso, estado físico que está, a su vez, relacionado con muchas patologías.
Alimentos saludables
El grupo de las Crucíferas o Brassicae cuenta, además, con unas propiedades medicinales añadidas. Pertenecen a este grupo el brócoli, la coliflor, el repollo, la col, la lombarda, las coles de Bruselas, el kale, el nabo, el rábano y la rúcula, por nombrar las más conocidas.
Todas ellas se caracterizan por un sabor amargo particular, lo que hace que no gusten a todo el mundo y, sobre todo, a los niños. Pero, debemos saber que precisamente son estas sustancias las que nos ofrecen una protección especial.
Se trata de los glucosinolatos, unos compuestos azufrados que se transforman a otros compuestos con acción biológica en nuestro organismo. La transformación es llevada a cabo por la enzima mirosinasa, la cual está presente en el propio alimento y es sintetizada por algunas bacterias presentes en nuestro intestino.
La particularidad es que esta enzima se degrada a partir de los 60º C, por lo que debemos evitar que estas verduras la superen durante el proceso de cocción. Personalmente, suelo aconsejar que se cocinen al vapor unos 10 minutos después de haberlas cortado en trozos no muy grandes. Para activar la enzima mirosinasa el alimento debe ser cortado repetidamente, acción que podemos ejercer con una masticación adecuada.
Beneficios de las crucíferas
Los compuestos derivados más importantes son los isotiocianatos (entre ellos el famoso sulforafano), los tiocianatos y los nitrilos. Estas sustancias poseen capacidad para:
- Reducir la inflamación, aumentando así el poder antiinflamatorio de estos vegetales.
- Estimular las enzimas que degradan sustancias carcinógenas. De hecho, su consumo regular se relaciona con un menor riesgo de sufrir los tumores relacionados con la parte alta del sistema digestivo y la sección colorrectal.
- Inhibir las enzimas que activan las sustancias carcinógenas. En particular, se ha observado la lentificación del desarrollo de tumores prostáticos.
- Estimular la degradación de los estrógenos. A este respecto, cabe mencionar que durante su proceso de degradación se forman unos compuestos intermedios cuya acción es aún más potente que la del estrógeno inicial. De ahí que todos los alimentos que ayudan en la estimulación de las fases de desintoxicación son de particular interés para personas con síntomas de hiperestrogenismo, como síndrome premenstrual, dolores menstruales muy fuertes o reglas muy abundantes, entre otros.
La relación entre las crucíferas y la tiroides
En algunas ocasiones se ha relacionado el consumo de crucíferas con disfunción tiroidea. Dicha observación se debe a que algunos derivados de los glucosinolatos bloquean la formación de la hormona tiroidea, además de competir con el yodo para entrar en el tiroides. Sin embargo, se ha demostrado que las raciones normales de crucíferas no originan ningún problema, ya que solo se daría en consumos diarios superiores al kilo. Las variedades que más influyen en estas reacciones son el kale, la col y las coles de Bruselas.
Otra particularidad del consumo de las crucíferas es que originan meteorismo y que el mismo presenta un olor característico a 'huevo podrido'. Esto se debe a su contenido en azufre y no es indicativo de ningún problema intestinal. Por ello, personalmente, aconsejo que su consumo tenga lugar en las cenas.
Referencias
Tang GY et al. Effects of Vegetables on Cardiovascular Diseases and Related Mechanism. Nutrients. 2017 Aug 10;9(8).
Tain S. et al. Microbiota: a mediator to transform glucosinolate precursors in cruciferous vegetables to the active isothiocyanates. J Sci Food Agric. 2018 Mar; 98(4): 1255-1260
World Cancer Research Fund (WCRF)/American Institute for Cancer Research (AICR).
Felker P et al. Concentrations of thiocyanate and goitrin in human plasma, their precursor concentrations in brassica vegetables, and associated potential risk for hypothyroidism. Nutr Rev. 2016 Apr; 74 (4):248-58 Rev. 2016 Apr;74(4):248-58.