Dos niños quedaron atrapados en una habitación de su casa que fue consumida por el fuego durante la madrugada de ayer. Una niña de 3 años murió y su hermanito de 6 peleaba anoche por su vida en la sala de terapia intensiva del Cepsi, con el 70% del cuerpo quemado.
Nadie sabe aún qué fue lo que pasó. Lo único concreto es que Alejandra Nahir murió cerca de la 1.30, antes de llegar al CIS Banda y Lionel Misael Isaías estaba al cierre de esta edición entubado en el centro asistencial capitalino, tras ser alcanzados por las llamas que consumieron la habitación, donde su madre –Maira Daiana Lazarte– los dejó encerrados, para ir a un cajero automático.
El hecho se precipió alrededor de la 0.30 cuando Maira tomó -una vez más- la decisión de salir de su casa y dejar a dos de sus tres hijos menores dentro de una vivienda que tenía en la parte trasera del terreno de su madre, sobre calle Catamarca al 400 del Bº Los Lagos.
Acompañada por su progenitora, regresó media hora más tarde y notó al llegar que una amplia cortina de humo salía del interior de su vivienda social. Al abrir la puerta y pese que “no se veía nada” entró a buscar a sus hijos. Los cuerpos de los hermanitos estaban en el suelo ya con lesiones gravísimas.
Con ayuda de sus familiares lograron sacarlos y trasladarlos en motocicletas al Centro de Salud Banda, pero Alejandra no sobrevivió. A Lionel Misael sólo lo puede salvar un milagro de Dios.
Con el correr de las horas, más detalles se conocían sobre los pequeños y para la Justicia de La Banda -lamentablemente- sus historias no les era desconocidas. Los padres protagonizaban una batalla judicial y sobre el padre de los niños pesaba una orden de detención.
Según revelaron las fuentes consultadas, en al menos dos unidades de La Banda existían denuncias cruzadas. En la Unidad de Violencia de Género, Maira radicó más de cinco denuncias en contra de su ex pareja, la última fue en enero.
Por su parte el sujeto -Pascual Jiménez- la denunció en octubre de 2018 por amenazas. Allí dejó entrever la situación en la que se encontraban los niños. “Me amenaza y me dice que los va a encerrar a los chicos dos días y les dejará dos baldes, uno con agua y otro para que orinen”, según los dichos de Jiménez.
Tomando conocimiento de la situación, la Fiscalía -pese a no haber denuncia directa por malos tratos en contra de los pequeños- ordenó que fueran inmediatamente examinados por el forense, quien informó que los menores estaban “en buen estado de salud, sin lesiones visibles y con buen aseo personal”.
Ante esos resultados, desde la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar se le dio intervención a la Subnaf, donde dieron inicio a un “protocolo de actuación”.
Mientras el Dr. Pablo Moya -fiscal interviniente- se encontraba trabajando en el lugar, una docente -maestra jardinera- que fue citada como testigo de las pericias que realizaban los uniformados, contó que Alejandra (de tres años) vivía en un estado de abandono.
“Un año llegó quemada con agua caliente desde la vagina hasta las piernas. Después estuvo fracturada en un brazo. Sufrió una pulmonía severa y en lo que va del año, ella y sus hermanos concurrieron a la escuela sólo en tres oportunidad”, informó una fuente que habían sido los aseveraciones de la educadora, quien comentó que era una tragedia que se podía haber evitado.
El representante del Ministerio Público analiza la situación de los padres de los pequeños y espera el resultado de las pericias para tomar medidas contundentes. No se descartan posibles imputaciones.