Crueldad.
La palabra que hoy os presentamos procede del antiguo crúo, y este del latín crudus, "crudo", y es un sustantivo desusado para designar la crueldad, brutalidad, atrocidad, ferocidad, impiedad, inhumanidad, insensibilidad, salvajismo, truculencia e iniquidad del ánimo y los actos...
Tal y como hemos comentado, se trata de un término en desuso, aunque podemos encontrar numerosas referencias en la literatura del siglo XVI... Veamos un par de ejemplos:
El primero, en un fragmento de Un camarín, poema de Juan Rodrigo Alonso de Pedraza:
"...¡Oh, válame Dios, y qué sobrevientaque siento al presente, y cuán gran turbación,pues veo delante tan triste visión,en nada apacible, según que lamenta!Dolor excesivo me ha dado que sienta,para la vida privar muy bastante.Suplícote, Muerte, que pases alante,no cures hacer de mí tanta cuenta.Usa de ser muy bien comedidaconmigo, que en ver tu crueza,mira que en Dama de tanta belleza.Razón no consiente que falte la vida..."
Y el segundo, en el Canto de Silvano, obra de Hernando de Acuña:
"...¡Quién me dijera, cuando yo te dabacuenta tan larga de las ansias mías,que desventura tal se me guardaba!
¡Quién me dijera, Silvia, que encubrías,so color de dolerte, la cruezaque al fin acabará mis tristes días!
No pienses que tendrá ya tu fierezalugar en mí do pueda ejecutarse,que la fuerza que viste es ya flaqueza..."
¡Hasta la próxima voz plasmada con tesón y franqueza! ;-).(Sugerida por... José Luis)