Revista Cine
Director: José María Elorrieta (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7) --- Intérpretes Principales: José Nieto (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11), Elena Barrios, Manolo Morán (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8), Nicolás D. Perchicot (1, 2, 3, 4, 5, 6), Vicente Ávila (1, 2), Rubén Bantú, Nicasio Bienvenido, Antonio Expedito Claravall, Concha, Félix Dafauce (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8), María Martín (1, 2, 3, 4), María Mayor, Concha Muller, Rosa Palomar, Miguel Ángel Reina, Manuel Rojas --- Argumento: Una monja llega a las misiones en plena guerra en China y enseguida se hace amiga de los niños refugiados. Un día, un traficante es herido y le llevan a la misión, donde se enamora de la monja. --- Mi comentario: "- Yo amo a todos los seres humanos. - Es algo que no comprendo. Yo quiero a algunos muy poco, odio a otros y el resto me tiene sin cuidado". Entretenida película que supongo tuvo como fin el loar la Religión Católica, el apostolado de los sacerdotes y monjas españolas por esos mundos de Dios (en este caso Indochina), ayudando y "convirtiendo" (hasta les cambian su original nombre por los de María, Germán..., etc) a todo/as los necesitado/as. Y por supuesto, mostrando bien a las claras las maldades de los comunistas.
Muy de acuerdo con los postulados del Régimen franquista de la época, no obstante se puede decir que no aburre, eso lo primero, tiene una duración adecuada aunque el último tercio es algo repetitivo, pero su visión no ofende y gracias a las buenas interpretaciones del trío protagonista masculino (sin olvidar al gran Félix Dafauce en su cortito pero excelente papel) se hace llevadera sin ningún esfuerzo ni vergüenza ajena.
El guión es de de John Hart y del también realizador Rafael J. Salvia, adaptando una historia original del propio realizador. Hay que convenir que está bien narrada, tiene sus momentos de intriga y tensión (sin pasarse), y lo mejor son algunos diálogos entre Nieto y Barrios, con sus dosis de ironía y excepticismo, como el personaje protagonista masculino: "- Que Dios le acompañe. - Gracias por la intención, pero voy bien solo". Como curiosidad, fue la película que inauguró la 1ª Seminci, que entonces no tenía carácter competitivo y se denominaba: "1ª Semana de Cine Religioso".