Mike Milo es una ex estrella del rodeo y criador de caballos ya retirado al que su antiguo jefe le pide que vaya a México para traer a su hijo y alejarle de su corrupta madre.
Y de nuevo Clint Eastwood delante y detrás de la cámara y de nuevo una historia que, con todos sus defectos, te atrapa, te abraza y te mece.
Eastwood lo vuelve a hacer. Con su personaje gruñón, de vueltas de todo, nos encandila otra vez. Y nos pone de frente a la vida. Nos hace mirarnos en nuestro espejo, revisar nuestros aciertos, triunfos, equivocaciones, pasos en falso, ... Siempre con ese hálito de esperanza y buscando la redención. Nunca es tarde para perdonarse, para sentir, para enamorarse, para encontrar tu lugar.
Y esto es lo que cuenta Eastwood en esta road movie con Mike y Rafo. Cada uno en un punto de la vida, muy alejados pero con muchas cosas aún por aportar y aportarse.