Revista Decoración

¡Cuac!

Por Retroyconencanto @retroyconencant
Uno de los traumas del mayor de nuestros hijos varones, Antoñete para más señas, fue quedarse sin bañera en el cuarto de baño. "Casa nueva, duchas nuevas", pensamos los mayores... "¡Se acabaron los baños de espuma!" pensó Antoñete, que por aquel entonces se acercaba al fin de su niñez y a la dificultad de aceptar cambios "drásticos" en su vida. Eso de pasarse horas en remojo, rodeado de juguetes varios, incluido su patito de goma, era para él la máxima expresión de un buen rato y signo inequívoco de esa infancia que, a golpe de "practicidad", los mayores le quitábamos de las manos. Y no se le olvida al ahora adolescente, no... Ante cualquier posibilidad de ponerse en remojo, cual largo es, ni lo duda. -"¿Me puedo dar un bañito?
¡Cuac!
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Pues claro que sí, ¡y que lo disfrutes mucho, Antoñete! Mientras tanto, un patito de goma decorará siempre nuestro baño.

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