Hace poco me encontré con un cuaderno Canson para pintar al pastel que tenía olvidado. Hace unos años me retiré de pintar al pastel. Es una técnica que se me da bastante bien pero necesitas mucho espacio y almacenaje para trabajar. Ahora me interesa mas captar lo que veo y de forma inmediata, y para ello uso las acuarelas.
Volviendo al cuaderno...
En la parte de atrás ponía que también era válido para la acuarela y entonces se me encendió la bombilla. Me iba a hacer mi propio cuaderno usando las hojas de colores.
Lo desmonté y corté las hojas a la mitad para que el cuaderno fuera más manejable.
La cartulina trasera la reutilicé para hacer las tapas ya que tiene un grosor y dureza muy apropiado para proteger las hojas. La parte delantera la corté en dos con una separación de unos milímetros para que funcionara a modo de visagra.
Para forrarlo usé una tela de un viejo paraguas que se rompió. Me gustaba mucho el estampado y la guardé pensando que algún día la reutilizaría.
Usé un taladro de papel para hacer agujeros en las hojas y le puse ojillos a las tapas para que el acabado fuera más cuidado.
Y tras atarlo con un cordoncillo, éste es el resultado. Para ser mi primera aproximación a la encuadernación, está bastante bien y sobre todo he usado unos papeles que estaban demasiado ociosos, jeje.