Cuaderno de estilo: Los clásicos no mueren

Fotografías de archivo de R42.

Hace unos pocos días pudimos acudir a la presentación de primavera de El Corte Inglés en Valladolid. Cierto que algunas tendencias se presentaban y parecían nuevas, pero las camisas y americanas nunca mueren.

A todos, en mayor o menor medida, nos preocupa nuestro aspecto. El qué vestimos, cómo lo vestimos y si nos queda bien que a fin de cuentas es lo que nos importa. Algunos dirán que a ellos les da igual todo esto, pero siempre que me he cruzado con alguien así tiene camisetas que le gustan o las All Star de moda y no pasa nada, todos somos personas y lucir bien siempre es algo que anima.

Por supuesto existen muchas opciones y cada uno debe buscar la suya propia. Quizá una sudadera con pantalones anchos y playeras, o igual prefieres vestir con una cazadora de cuero que conjuntas con una corbata roja y otras prendas. Existen mil y una formas, debemos encontrar una que nos resulte cómoda y pegue con nuestro carácter, pero lo cierto es que los clásicos siempre están vigentes.

Todos conocemos la frase de Oscar Wilde de “La moda es una forma de fealdad tan intolerable que es necesario cambiarla cada seis meses”. Esto puede o no ser compartido, pero algo innegable es que seguir lo que se marca hace que sea necesario una constante renovación en nuestro armario, además que no siempre lo que más se ve es lo mejor o lo más bonito, de hecho muchas veces es lo contrario.

Cada vez es más habitual que por las calles la gente más joven lleve sus americanas, sus pantalones cuidados y una corbata. En parte viene dado por el auge de ciertas tribus urbanas y sus respectivos movimientos, y otro tanto a que la elegancia clásica tiene unos patrones de comportamiento muy sencillos de seguir y que bien pueden ser compartidos por alguien de 18 años con otra persona que doble esa edad.

Un hombre que vaya con su camisa blanca, unos vaqueros y sus zapatos negros, intercambiables por unas deportivas en según que etapa de la vida, siempre irá bien y además haciéndolo de una de las maneras más sencillas que existe. Por supuesto si el tiempo acompaña se puede incluir una americana de sport, en estas épocas que se acerca el calor son de agradecer, teniendo siempre cuidado de que las mangas de esta no cubran a las de la prenda de debajo.

Si se prefiere un toque más juvenil y desenfadado puede usarse el mismo look con una camiseta. En ciertos casos se gana en comodidad y se pierde la rigidez que algunas personas ven en ciertas combinaciones. Si además es de color negro y la superior claro, un beige o marrón apagado, lograremos el mismo efecto que con la anterior propuesta.

Hay que tener en cuenta, esto siempre, que no hay una segunda oportunidad para una primera impresión (de nuevo citando a Oscar Wilde) y lo que llevamos encima de nuestro nos define, es una muestra de lo que se cuece dentro de nuestra mente y que dice mucho sobre nosotros. Por supuesto esto no quiere decir que nadie tenga que ir forzado, pero sí que en ciertas situaciones el tener dos dedos de frente nos facilita en mucho las cosas.

Así que en un momento de duda id por lo sencillo, apostad por un clásico al que pongáis vuestro toque. Combinadlo con vuestros zapatos preferidos, llevad la camiseta que os gusta o en la americana poned una chapa de algo que os guste. Siempre iréis acertados.

Doc Pastor

Hace tiempo inicié Ruta 42 (@ruta42 en Twitter), una gaceta para la que dedico la mayor parte de mis escritos y fotografías. También colaboro actualmente con el periódico AQUÍ en Valladolid y en la revista LaRAÑA de Sevilla. Cuando no estoy por aquí es que estoy jugando con mi perrito (se llama Loki).

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