De los 360 párrafos de los que consta esta recopilación de pensamientos sueltos, apenas he marcado una docena. Triste cosecha. El prólogo era prometedor: Escritura en la frontera, escritura sobre la marcha; provisionalidad, espontaneidad, pequeñas cristalizaciones de una literatura nómada; escritura menos reposada que la poética, menos argumental que la narrativa, menos analítica que la filosófica, escritura transversal; experiencia más experimentación; tono plural de los contenidos, unas veces metafísicos y otras éticos. Luego, he conectado poco con su pensamiento, a veces oscuro (para mi), con frecuencia negativo.
Argullol es catedrático de Estética en Barcelona. Lei una novela suya hace años (La razón del mal) bastante original y que me gustó. Tiene una página web bastante buena.