«Ya sólo queda comenzar a leer, a disfrutar.»
Por Ricardo Martínez.
Cubierta de: ‘Cuadernos. Vol. III’
Con la edición del tercer volumen de sus ‘Cuadernos’, la editorial Hermida (siempre con exigencia formal, con selectivo criterio en cuanto a la elección de los títulos, con cuidada presentación) concluye la edición de la obra de Lichtenberg, un autor que ha aportado al género aforístico europeo una obra que es referente esencial del género, enriqueciendo con ello la invitación a un pensar especulativo propiciador de inteligencia, humor y claridad literaria dignos de resaltar: ‘Estaba tan triste como el bebedero de un pájaro muerto’, vol.III ‘Repartía la bendición del domingo, y a menudo los palos del lunes’, vol.II ‘El ingenio y el humor, como todas las cosas corrosivas, tienen que ser utilizados con cautela’, vol.I.
Una vez más cabría resaltar aquí que, al menos en lo que hace a la tradición moderna del Aforismo, es Georg Christoph Lichtenberg quien pasa por ser un verdadero renovador de esta manifestación literaria, quizá por las circunstancias que han contribuido a convertirle en un ejemplo único en la materia toda vez que, en tal actividad especulativa se encierra, casi con exclusividad, toda su obra literaria.
Muchos otros aforistas de genio entendieron su importancia. “Podemos utilizar los escritos de Lichtenberg -escribió Goethe– como la más maravillosa de las varitas mágicas; donde él hace una broma, hay algún problema oculto”. Y Canetti: “Su curiosidad está libre de toda atadura; surge de cualquier parte y se dirige a cualquier parte”.
Repárese en la ‘condición literaria’ del Aforismo: un mundo literario pleno de sugerencia, de invitación a la reflexión, de juego constructivo donde la naturaleza y el secreto del hombre y su destino centran la materia sobre la que se ironiza, sobre la que se especula. En tal consideración ha venido a abundar un reputado lector y traductor: “Este empirista de formación inglesa -escribe Juan del Solar– pragmático y antimetafísico, se centra, claro está, en el estudio de la naturaleza y del ser humano, en la tarea de explorar ‘las caras del alma’, que asume a sabiendas de que nada es tan insondable como el sistema de móviles de nuestros actos’ y a través de la cual se aproxima hasta los umbrales mismos del inconsciente”.
Podemos señalar, para gozo del buen lector, algunos ejemplos de cómo expresa el propio Lichtenberg esos pensamientos capaces de trasladarnos más allá, a un paisaje más rico, más significativo del que una primera lectura nos habría hecho sospechar: “Puede asolearse el día bajo una idea cálida”, o bien, “Jamás inteligencia alguna se paralizó con mayor majestuosidad”
El volumen que ahora se presenta es una entrega generosa y sencilla hacia el fiel lector: prosa limpia, sentido del humor, sugerencia especulativa, discurso humano: ‘seriamente humano’
“Ya sólo queda comenzar a leer, a disfrutar”
Lee y disfruta de un fragmento del libro.
Georg Christoph Lichtenberg
El autor:
Georg Christoph Lichtenberg nació en Ober-Ramstadt, en el ducado de Hessen-Darmstadt, el 1 de julio de 1742. Su padre era un pastor protestante. Su salud precaria y una malformación en la columna vertebral que sufrió desde la infancia condicionaron su vida. Estudió Matemáticas y Ciencias Naturales en la Universidad de Gotinga, de la que sería luego profesor. En esta época se inició en la costumbre de anotar ocurrencias, observaciones y pensamientos. Cuatro años después empezó sus trabajos en el campo de la Astronomía en el Observatorio de Gotinga. En 1770 viaja por primera vez a Inglaterra, país con el que se identifica enseguida. En abril es recibido por el rey Jorge III en el observatorio astronómico de Richmond upon Thames. Para Lichtenberg ese fue el día más feliz de su vida. Entre finales de septiembre de 1774 y diciembre de 1775 pasa otra temporada en Inglaterra, donde es acogido con respeto y admiración. Mientras tanto, prosigue la escritura de sus cuadernos de notas. En 1777 descubrió las denominadas Figuras de Lichtenberg, imágenes producidas por descargas eléctricas ramificadas que a veces se forman en la superficie o en el interior de materiales aislantes. Defensor del espíritu de la Ilustración, fue editor y redactor durante veintidós años del almanaque de Gotinga.
En 1777, con treinta y cinco años, conoce a la florista Maria Dorothea Stechardt, de doce años de edad, con la que convive hasta la muerte de ésta en 1782. Un año después toma a su servicio a Margarete Elisabeth, una humilde muchacha de quince años, con la que inicia una relación oculta. Su prestigio aumenta y recibe las visitas de ilustres intelectuales, escritores y científicos. La minusvalía de la espina dorsal se agrava y al fin decide casarse con Margarete. Muere el 24 de febrero de 1799, dejando en una situación precaria a su viuda y seis hijos menores.
El libro:
Cuadernos, volumen III (título original: Aphorismus) ha sido publicado por Hermida Editores en su Colección El Jardín de Epicuro – No Ficción. Traducción de Carlos Fortea. Encuadernado en tapa blanda, tiene 252 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo titulado Frases de Georg C. Lichtenberg con las que podrás aprender muchas cosas de la vida y reflexionar sobre varios asuntos del mundo que nos rodea. En este Top 10 encontrarás sus pensamientos más directos para extraer la sabiduría de toda su experiencia.
Para saber más:
Georg Christoph Lichtenberg en Wikipedia.
45 frases de Georg Christoph Lichtenberg