Estudios realizados en la clínica cardiológica Framington, de Massachussets, en Estados Unidos, comprobaron que la fruta es el mejor alimento que podemos comer para protegernos contra las enfermedades, ya que contienen bioflavonoides que evitan que la sangre se espese y obstruya las arterias. También fortalecen los vasos capilares, en particular los debilitados que provocan hemorragias internas y ataques cardíacos, la fructosa puede ser transformada con facilidad en glucosa y en su contenido prevale entre un 90 y un 95% de agua, lo que posibilita limpiar de sustancias tóxicas al organismo y alimentarlo al mismo tiempo. Las frutas deben ingerirse siempre con el estómago vacío, ya que al pasar rápidamente por ese órgano, son procesadas en el intestino delgado donde liberan sus azúcares. Si el estómago estuviera ocupado con restos de carne, patatas o almidón, la frutas quedan apresadas y comenzaría la fermentación ocasionando pesadez en el estómago y un desagradable sabor en la boca. Las frutas se deben comer al iniciar el día ya que el cuerpo la absorbe de inmediato y además hay que merendarlas de forma regular y cotidiana. Catalogado como el alimento perfecto, las frutas requieren de una mínima cantidad de energía para ser digeridas, en tanto proporcionan la máxima y hacen trabajar al cerebro humano.