Guantánamo es uno de los principales escollos en la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Por eso, un lector pregunta a través del formulario de EOM explica por el estatus de este territorio.
Tras la guerra de independencia de Cuba (1898), en la que esta se enfrentó con España con el apoyo de Estados Unidos, ciertos territorios cubanos pasaron de estar dominados por el país europeo a estar en manos de EE. UU. La ocupación militar que se produjo desde 1898 se terminaría pocos años después, permitiendo el establecimiento de una autoridad cubana independiente. Sin embargo, los estadounidenses mantuvieron el control sobre un reducto de la isla que se tornaría fundamental: la bahía de Guantánamo.
En 1902 el país caribeño pudo conformar su propio Gobierno tras aceptar las condiciones impuestas por su vecino del norte, reflejadas en la denominada enmienda Platt. Este texto —que fue forzosamente incorporado en la Constitución cubana— obligaba al Estado de reciente creación a defender su independencia, lo que incluía también aceptar la intromisión de EE. UU. si los norteamericanos lo juzgaban necesario. Además, se sentó el primer germen para la ocupación de Guantánamo, pues Cuba se mostraba de acuerdo con ceder o alquiler parte de su territorio a la potencia norteamericana. Todo esto fue incorporado en la legislación estadounidense, en la Constitución cubana y en un tratado internacional, vinculando a ambas naciones al más alto nivel.
Guantánamo sobrevive a Fidel Castro y a Obama. Imagen por satélite de la base estadounidense.Sin embargo, la cesión del territorio no se produjo hasta 1903, cuando los dos Gobiernos acordaron firmar un documento al respecto. Cuba cedió Guantánamo con el fin de que su contraparte norteamericana pudiera instalar allí bases navales y para el repostaje de sus barcos, aunque después los estadounidenses lo convertirían en una auténtica base militar con una prisión de terrible reputación incluida. El tratado reconocía la soberanía cubana, si bien cedía la jurisdicción a Estados Unidos para que pudiera disponer del territorio como deseara hasta que finalizara el periodo de ocupación. Esto sería ratificado una vez más por un nuevo tratado en 1934.
El hecho de que Cuba retenga la soberanía sobre el territorio dota de legitimidad a sus demandas de recuperar Guantánamo. Sin embargo, a efectos práticos esto apenas supone ninguna prerrogativa para el Estado caribeño. Además, los acuerdos internacionales establecen que el acuerdo solo se rompería en caso de que ambos Gobiernos lleguen a un acuerdo al respecto o que Estados Unidos abandonara su base.
Ahora bien, Guantánamo se trata de una concesión por la que EE. UU. debe pagar. El precio original eran 2.000 dólares anuales pagados en monedas de oro, renegociados posteriormente hasta quedarse en 4.085$. A día de hoy, Estados Unidos sigue pagando anualmente esta canditad al Gobierno cubano. No obstante, desde la revolución cubana y la llegada al poder de los Castro, este pago no se ha cobrado nunca, como forma de mostrar oposición contra lo que la Administración cubana considera una ocupación ilegítima.
En definitiva, Guantánamo lleva más de cien años en manos de Estados Unidos y no hay previsiones de que este territorio vaya a retornar a Cuba en el medio plazo. Es más, este enclave sigue siendo un obstáculo de gran importancia para que las relaciones entre ambos países se normalicen.
Para ampliar: “¿Hay vida después de Guantánamo?”, Andrea Moreno en El Orden Mundial, 2017
¿Cuál es el régimen de soberanía de Guantánamo entre EE. UU. y Cuba ? fue publicado en El Orden Mundial - EOM.