Una lectora ha preguntado a través del formulario de EOM explica por la diferencia entre los conceptos de antisionismo y antisemitismo, puesto que en ocasiones se entienden ambos como intercambiables.
A principios de 2019, la propuesta legislativa francesa de incluir toda manifestación antisionista en el delito de antisemitismo causó un fuerte debate sobre sus límites. Este acontecimiento se sumó a la polémica existente en el Partido Laborista británico bajo el liderazgo de Jeremy Corbyn y las críticas que la formación recibió sobre el supuesto antisemitismo de algunos de sus miembros. Se demuestra así que el debate en torno a los conceptos de antisemitismo y antisionismo sigue hoy vigente, y que la diferencias entre ambos no están claras.
El antisemitismo es el odio, prejuicio o discriminación contra las personas que practican el judaísmo. Tuvo su máxima expresión durante la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, cuando se dio un verdadero genocidio judío. No obstante, esta discriminación se remonta a mucho tiempo atrás. La discriminación contra esta población lleva dándose desde el primer milenio en forma de saqueos, pogromos o expulsiones. Así se fraguó el antisemitismo que se generalizaría en el siglo XIX en Europa en consonancia con el auge de los movimientos nacionalistas. Finalmente, el siglo XX vio la cara más violenta de este prejuicio con la llegada de Hitler al poder.
Para ampliar: “El Holocausto, de la indefinición al negacionismo”, Meng Jing Chen en El Orden Mundial, 2018
Por otro lado, el antisionismo es —literalmente— la oposición al sionismo. El sionismo sería una doctrina política consistente en defender el derecho a la construcción de un Estado nacional judío. Esta ideología fue impulsada especialmente por Theodor Herzl durante el último cuarto del siglo XIX y llevada a la práctica en 1948 con la creación del Estado de Israel. En contraposición, el antisionismo pone en duda que verdaderamente exista el derecho de conformar dicho Estado nacional judío. Eso no significa necesariamente el antisionismo se oponga a la existencia de Israel, pero sí a que este sea un Estado basado en el judaísmo —tal y como afirmó su primer ministro, Benjamín Netanyahu—, así como a su política expansionista y colonialista en territorios palestinos —como en Cisjordania o Jerusalén Este— o de los países árabes circundantes —como en los Altos del Golán sirios—.
Para ampliar: “Israel, en busca de la Tierra Prometida”, David González en El Orden Mundial, 2016
Mapa sobre la evolución de las fronteras bajo control de Israel en la región. Israel es considerado una potencia ocupante en los territorios palestinos y en los Altos del Golán sirios.Si bien en principio las diferencias entre ambos conceptos son claras, cabe destacar que existen definiciones de “antisemitismo” que borran la frontera entre este y “antisionismo”. Así, por ejemplo, la definición que da la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA) incluiría como “antisemita” el negar la legitimidad del Estado de Israel a existir. Esta ha sido adoptada por Gobiernos como el británico o el alemán, y está en vías de ser implementada en Francia también.
No obstante, el ser crítico con las acciones políticas de Israel no tendría siquiera por qué ser considerado antisionista siempre que dicha crítica no conlleve rechazar la propia existencia del Estado. En este sentido, acusaciones como las proferidas por la ONU de que Israel viola los derechos humanos al adoptar ciertas políticas no deberían ser consideradas antisionistas, sobre todo teniendo en cuenta las reiteradas ocasiones en que las Naciones Unidas han reconocido el derecho a existir del país, miembro además de la organización.
Por lo tanto, el antisemitismo sería el prejuicio o la discriminación mantenida contra las personas judías por el hecho de serlo. El antisionismo, por su parte, consistiría en rechazar la ideología sionista y, por tanto, la legitimidad del Estado israelí a existir como nación judía. Finalmente, la crítica a las acciones del Gobierno israelí no tendría necesariamente por qué ser ni una ni otra, siempre y cuando no incurra en estereotipos o prejuicios acerca de la población judía —lo que sería antisemita— o rechace el proyecto sionista —lo que sería antisionista—.
¿Cuál es la diferencia entre antisemitismo y antisionismo? fue publicado en El Orden Mundial - EOM.