Revista Educación

¿Cuál es la experiencia de la enseñanza de la filosofía en las aulas?

Por Alfredo

Interesante artículo del profesor de filosofía chileno Eric Carafi Avalos. Recomendada lectura. Por último, si eres el ministro Wert, por favor, lea hasta el final y haga el esfuerzo de entender el texto.
¿Cuál es la experiencia de la enseñanza de la filosofía en las aulas?Es pertinente plantearse el gran aporte que la Filosofía puede hacer, para el desarrollo de los niños y niñas, jóvenes y adultos en formación; aporte que permita desinstalar la idea de que ninguna transformación es posible, contrarrestar la “quietud” ciudadana y promover acciones tendientes a construir una sociedad donde el encuentro con el otro no sea una dificultad a superar.
“Una actividad filosófica libre debe ser garantizada en todas partes, bajo todas las formas y dentro de todos los lugares donde ella puede ejercerse a todos los individuos;… la enseñanza filosófica debe ser preservada o extendida donde existe, creada donde no existe aún, y nombrada explícitamente “filosofía”.”
Paris 15-16 de febrero 1995, Declaración de Paris por la Filosofía
El actual “estado de cosas”, el hoy del presente, nos muestra una comunidad que acrecienta, día a día, el desprestigio de la política, la falta de cultura democrática (que afecta negativamente el ejercicio de la tolerancia, la participación y la promoción de la diversidad), la dispersión de los principios éticos, sustituidos por una tecnocracia de pretendida “universalidad científica”, cuyo efecto es la ausencia de un compromiso consistente; una economía cuyo trato brutal con aquellos ajenos a sus anillos de poder, sigue basándose en la concentración, ahora global, del capital, dando como resultado mayores niveles de desigualdad y exclusión;  la mercantilización de los derechos humanos, como la educación, la extrema fragilidad de la vida en común que promueve el desprecio por lo colectivo y la exacerbación del individualismo. Dadas así las cosas, es pertinente plantearse el gran aporte que la Filosofía puede hacer, para el desarrollo de los niños y niñas, jóvenes y adultos en formación; aporte que permita desinstalar la idea de que ninguna transformación es posible, contrarrestar la “quietud” ciudadana y promover acciones tendientes a construir una sociedad donde el encuentro con el otro no sea una dificultad a superar.
Se ha pretendido, en el diseño curricular de las reformas educacionales, abordar carencias en la formación de la convivencia, por medio de la inclusión de objetivos fundamentales transversales (O.F.T.). Tales objetivos intentan el desarrollo de habilidades cognitivas, afectivas y éticas en los alumnos y alumnas, en cada una de las materias y niveles del currículum. Esta intención se diluye en la indeterminación de la diversidad de contenidos, la falta de pertinencia, las metodologías particulares de cada asignatura y la poca claridad del sentido que cada uno de ellos ocupa en la generalidad del currículum. Es necesario decir, que los O.F.T. no alcanzan a reemplazar la función que la Filosofía cumple en el espacio escolar. Por intermedio de sus contenidos y metodologías propios, ella encarna, sin arrogancia o exclusividad, la intencionalidad que dichos objetivos no desarrollan consistentemente; incluso, podemos afirmar que el espacio que ella genera, permite el tratamiento reflexivo de cuestiones relevantes a la vida, desde sus perspectivas intelectual, afectiva y ética, de una manera conciente y explícita, irradiando mayor claridad en la comprensión humana. Esta posibilidad se ve sustentada en su tradición, su historia, su acerbo y ámbito de influencia en la construcción de la cultura desde su origen; se hace pertinente la propedéutica de la lógica, el debate epistemológico de las ciencias y los alcances éticos que tiene su desarrollo en la sobrevivencia de la humanidad, el intercambio de ideas acerca de los derechos, deberes y fines de la vida en sociedad, el análisis filosófico de las condicionantes comunes que posibilitan o inhiben la convivencia, aspecto relevante de la tolerancia y la diversidad; es del todo imprescindible el ejercicio lúcido de la generalización y la abstracción en sus diversas disciplinas. La Filosofía intenta hacerse cargo de estas cuestiones de una manera privilegiada sin un afán excluyente, ni con pretensiones mesiánicas. Es la Filosofía un aporte al proceso complejo de la educación, no un mecanismo técnico exclusivo de salvataje educativo-social. Es la oportunidad que nuestros alumnos y alumnas necesitan para enfrentar discusiones relativas al sentido de la vida, la comprensión del entorno, las decisiones en el actuar, la conciencia de la voluntad, la influencias que los determinan (sociales, económicas, individuales, políticas, mediáticas, estéticas, etc.)
El Ministerio de Educación quiere hacer aparecer la situación de la Filosofía en Chile, dentro del sistema escolar, como privilegiada en el mundo, aludiendo a que en otros países como el Reino Unido o Canadá la situación de la filosofía es mas precaria que acá, y además intentando convencer a los distintos actores del sistema, que el diseño curricular de la reforma tiene un carácter filosófico. Sin embargo, esto no deja de ser un juego argumentativo o silogístico. la UNESCO dentro de los principios y acciones que desea promover, manifiesta claramente que la Filosofía debe ser definida e instalada con ese nombre, bajo condiciones idóneas en cuanto a quienes la imparten y el diseño curricular en que está inserta.
Un país no puede argumentar la disminución de horas de Filosofía en su sistema escolar, por razones como: durante la dictadura habían menos horas, en otros países casi no existe, o simplemente, hemos diseñado un currículum que distribuye la discusión de valores en las diversas asignaturas. Tampoco es razonable, aplicar criterios de electividad a la Filosofía, en las condiciones en que estas se dan; esto significa, que los colegios, los directivos, profesores y los alumnos se ven determinados, coactados y condicionados por un sistema que pide resultados, el mercantilismo de la educación hace que pocos colegios ofrezcan los programas de Filosofía en todas sus posibilidades, por que existe “social” e institucionalmente, una valoración de otras asignaturas ligadas directamente con los sistemas de calificación para el ingreso a la universidad. En definitiva, instalar a la Filosofía en un sistema de electividad condicionado, hace que finalmente no exista una opción por ella. Un hecho que hace aún más patente y demuestra esta falta de preocupación ministerial por la Filosofía, es que los actuales contenidos de los programas implementados en la educación media (secundaria) tienen un trimestre menos de programación. Han pasado 4 años desde que los profesores de filosofía de Chile negociamos con el Estado más presencia de la Filosofía en el sistema escolar, y aún no se han modificado los programas ni la cantidad de contenidos que ellos tienen. En cuatro años de reforma educacional, las alumnas y alumnos han salido con medio año de formación filosófica menos a nivel oficial. Los profesores no estamos de acuerdo con la afirmación ministerial de que la Filosofía puede ser considerada como un contenido transversal. Además es posible hacer la pregunta: ¿Esta Chile en condiciones de hacer de la formación filosófica una cuestión optativa?, ¿Es Chile un país con una gran masa de ciudadanos comprometidos, concientes, libres, reflexivos, respetuosos de los derechos, tolerantes, promotores de la abolición de la desigualdad económica y gestores de un destino común, como para determinar que no necesitan compartir una formación de las características de la que entrega la Filosofía? No quisiera aparecer como alguno de los candidatos que por estos días intentar “cautivar” el voto de sus “clientes”, me agrada vivir en este país, me gusta su gente, sólo quiero que las condiciones de vida de las personas sean aún mejores; que la convivencia se base en valores importantes para todos y no sólo para algunos, que lo “otro” no sea visto como una amenaza, una sociedad donde no sea legítimo ni relevante pasar por sobre otro para ser feliz, donde se reconozca la legitimidad de la diversidad.
Los profesores de aula han intentado traducir las posibilidades de la Filosofía en experiencias concretas. En diversas regiones del país se organizan encuentros filosóficos de distinta índole, involucrando a docentes y alumnos en un esfuerzo intelectual común. Encuentros de Profesores de Filosofía, Cafés Filosóficos, jornadas de debate estudiantil, desarrollo de la Filosofía con Niños y Niñas, debates abiertos con diversos académicos, experiencias de capacitación autogeneradas, etc. En distintas regiones y localidades del país; San Antonio, Curicó, Santiago, Valparaíso, Antofagasta, etc. Todos estos espacios de discusión e intercambio forman parte las actividades propias de los docentes, es en la cotidianeidad del día a día donde miles de jóvenes conocen y se motivan por la reflexión filosófica; el diario acontecer del aula es el momento y el lugar donde nuestros alumnos y alumnas se contactan por primera vez al quehacer filosófico, su acerbo y su historia. Es ahí donde se instala una curiosidad disciplinada por el mundo y sus “cosas”, el cuestionamiento por el sentido, el análisis de las posibilidades, el acercamiento al otro a través del intercambio de ideas, perspectivas y complejidad de cada ser.
La experiencia de la Filosofía en el aula es la experiencia que permite una comprensión intelectual, reflexiva, afectiva y humana de nuestro entorno inmediato, proyectándolo a hacia un compromiso vital con la historia; es la posibilidad de la constitución de la ciudadanía en su sentido profundo. La aplicación de metodologías activas, de incorporación de contenidos atingentes a los contextos locales, el constante intercambio de experiencias y la construcción de actividades colectivas han sido posible, por que existen en Chile profesores de Filosofía a nivel secundario, que creen en lo que hacen, se comprometen con la formación de sus alumnos y alumnas, intentan acercarse a una mayor comprensión de su entorno, posibilitan el desarrollo de hombres y mujeres insertos en un mundo global, informático, instantáneo, devastado a nivel ecológico, transido por el poder y el deseo infinito del capital, día a día conviven con los elementos más fundamentales de la condición humana. Son ellos quienes han hecho posible que hoy yo esté aquí, son ellos quienes hablan e inquieren de todos nosotros una voluntad fuerte para defender lo que nos gusta hacer, lo que pensamos está mejor. Está aún vigente la necesidad de discutir la pertinencia de los planes y programas diseñados por la reforma, nos oponemos a su carácter utilitarista y terapéutico, insistimos en que la Filosofía no podemos reducirla a requerimientos sociales como la prevención del embarazo adolescente o el consumo de drogas, ni mucho menos al diseño de un ciudadano con meras capacidades adaptativas al sistema, poco crítico, sin conciencia social ni cultura democrática.
Por eso estamos ampliando el acceso a la Filosofía, incentivamos la apertura como antídoto al encapsulamiento academicista que nos aleja de la comunidad, nos integramos progresivamente a un espacio común, vivo y cultural, basado en un ser social activo. El aprendizaje filosófico, sus contenidos y metodologías, colaboran de una manera fundamental en la autoconstitución de una subjetividad a nivel político, psicológico, social, ecológico, trascendente, etc.
Frente al actual panorama es que pretendemos profundizar el vínculo entre el mundo académico universitario y los profesores de aula. Implementando proyectos de capacitación, trabajando en conjunto la construcción de un currículo universitario que recoja y albergue la experiencia concreta del ejercicio de la enseñanza de la Filosofía, desarrollando un a didáctica propia de la disciplina que incentive en los alumnos una comprensión mayor del fenómeno educativo, queremos crear instancias permanente de diálogo respecto a los planes y programas en vigencia, la implementación de programas de capacitación y actualización.
La consolidación y expansión de la red de profesores de filosofía de Chile como plataforma del conocimiento mutuo, fortalecimiento profesional, organización de actividades comunes, como referente autónomo y horizontal, de construcción democrática permanente, ha permitido promover nuestra disciplina en las aulas chilenas, de una manera consistente, compartiendo el mismo afán, resistiendo los embates institucionales de los últimos años, a veces desde el silencio a veces desde alguna tribuna. Hoy un saludo para las profesoras y profesores que hacen de la Filosofía algo propio.
Muchas gracias. En especial a Alejandra Pinto quien colaboró en la construcción de este texto.
Eric Carafi Avalos
Prof. de Filosofía
Fuente: http://www.filosofia.mx/index.php?/portal/archivos/experiencia_de_la_enseanza_de_la_filsoofia_en_las_aulas

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