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En la Edad Media se establecen una serie de intereses contrapuestos, por un lado está el “Alto Clero” que actúan más como señores feudales que como sacerdotes y ven una amenaza a sus poderes la centralización que se quiere llevar a cabo de la Iglesia en Roma. Esta misma centralización es vista como un desafío a su poder por las Autoridades Imperiales.
Según el Derecho romano y, en concreto, la legislación del emperador Justiniano se establecía que el Emperador tenía poder tanto sobre los asuntos de gobierno como sobre la Iglesia. Sin embargo el Papado decide entremeterse en los asuntos civiles y para ello trata de establecer una doctrina que apoye su supremacía sobre otras diócesis y gobernantes.
La doctrina de la supremacía del Papado se establece en base a una interpretación de las referencias bíblicas a las dos espadas, considerando que hacen referencia al poder político y al eclesiástico y a la conocida como “Donación de Constantino” (una supuesta entrega del poder político al Papa por parte del Emperador Constantino).
Con estas referencias se establece la “Dictatus Papae” con 3 afirmaciones: todos los príncipes deben besar los pies del Papa, el Papa puede deponer emperadoresy puede promulgar nuevas leyes. Esto provocó acusaciones desde la Corte Imperial contra el Papa de suplantación del poder imperial.
Diferentes autores de la época escribirán sobre el tema. El anónimo de York hablará sobre la superioridad del Rey sobre el Papa. Otro anónimo señala que, el poder espiritual de la Iglesia, es solo para perdonar los pecados. Hugo de Fleury establece una distinción entre los asuntos temporales y espirituales y que el Príncipe solo está sujeto al poder de la Iglesia como cristiano. Honorio de Autun habló de dos poderes coordinados y que el sacerdote está por encima del Poder Civil por razón del cargo.
Juan de Salisbury
En la segunda mitad del s. XIInos encontramos a Juan de Salisbury, clérigo inglés que estudió en Francia Filosofía, Teología y Humanidades, fue secretario de Tomás Becket, durante su periodo como Arzobispo de Canterbury, y posteriormente llegaría a ser obispo de Chartres.
Su principal obra es “Policraticus”, donde señala que el gobernante debe contar con formación y que la Sociedad Civil es como un cuerpo humano: los pies, los trabajadores; las manos, los soldados; el vientre, la administración de finanzas; la cabeza, el Príncipe; el corazón, un Senado; y el alma, la religión.Aunque establece que la religión es el alma de la Sociedad, Juan de Salisbury considera que las decisiones del Príncipe no deben estar sujetas a la aprobación de la Iglesia sin embargo deben basarse en las enseñanzas de la misma. Expone que el Príncipe está sometido a la Ley, por amor a la equidad y la justicia, para conseguir “el bien de la república”.Considera que el Tirano es el mayor de los crímenes públicos porque considera que su voluntad está por encima de la Ley, no respeta los derechos de la Sociedad y perjudica a la Comunidad, pero para cometer Tiranicidio hace falta el permiso de Dios.
Bibliografía
Barcala Muñoz, A., “La Edad Media, en Vallespín, F. (ed.), Historia de la Teoría Política, Volumen 1, Alianza Editorial, Madrid, 2002.Wikipedia, Querella de las Investiduras, (Disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Querella_de_las_Investiduras)
Wikipedia, Juan de Salisbury, (Disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Salisbury)Qué opinas de este post? Por favor, deja tu opinión mediante un comentario y si te gusta te agradecería que le dieses difusión en Facebook, Twitter o Google+