¿CUÁL ES LA VERDAD SOBRE EL GLIFOSATO EN COLOMBIA?
En Colombia hay una controversia sobre el uso del glifosato ya que se considera una sustancia nociva para la salud humana pero paradójicamente esto ocurre solo cuando esta es utilizada para los cultivos ilícitos, especialmente en el cultivo de coca.
El glifosato es el herbicida más efectivo y más utilizado a nivel mundial. Y aunque han sido varios países lo que han intentado prohibir su uso, han tenido que reversar estas medias ya que hasta la fecha no hay otro herbicida que ofrezca los mismos beneficios que el glifosato. Países como Brasil, Argentina, Francia, Suiza., entre otros han intentado tomar medias (unas radicales y otras no tanto) para el uso y restricción de esta sustancia, pero no han logrado su prohibición total.
En Argentina se ha presentado una controversia en los últimos años ya que muchas personas han presentado cáncer y muchos niños han nacido con malformaciones genéticas, pero hay que mencionar que la población argentina consume soya (y otros alimentos agrícolas) modificados genéticamente para que sean resistentes al glifosato y porque son 100% más productivos. Además, las cantidades de agrotóxicos, y la intensidad y concentración de estas sustancias son muy superiores a las utilizadas en Colombia.
Como podemos ver en Argentina estamos hablando de un fenómeno multicausal donde la superproducción agrícola está afectando directamente la salud de su población.
Y aunque en el 2015 la organización mundial de la salud (OMS) consideró el glifosato como una sustancia cancerígena probable y un perturbador endocrino, esto basado en pruebas con animales de laboratorio y pruebas limitadas en humanos. Esta opinión no fue compartida por las autoridades científicas europeas (ECHA y EFSA) y las de países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Japón.
En mayo de este año, una corte de Estado Unidos, obligó a la compañía Bayer (que había comprado recientemente Monsanto), a pagar una multa de 2.0000 millones de dólares a un matrimonio de california porque supuestamente adquirieron cáncer por el uso de este agroquímico.
Sin duda estos antecedentes hacen que en Colombia se reviva la controversia ya que cada demanda ganada y cada caso (aislado o no), es empleado como referente por las personas que se oponen a la fumigación de los cultivos de coca en Colombia.
En Colombia el uso de herbicidas en cultivos ilícitos (inicialmente se hizo con cultivos de marihuana, luego de amapola y por últimos de coca), se inició en 1978 en el gobierno de Julio Cesar Turbay, siempre en colaboración y financiación con el gobierno de los Estados Unidos.
Fue en 1980 cuando se implementó el uso del glifosato conocido también como Roundup. Acompañado siempre por protestas de comunidades indígenas y campesinas, además de muchas marchas cocaleras financiadas por los grupos guerrilleros y de narcotráfico. Pero fue hasta el gobierno de Juan Manuel Santos que se tomó la decisión de no fumigar.
En el año 2006 ante la preocupación de las posibles consecuencias para la salud de la población por la utilización de este herbicida el presidente Álvaro Uribe Vélez pidió un estudio a la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la organización de Estados Americanos, el cual declaro que el glifosato no representaba peligro alguno. Estos resultados desencadenaron una crisis diplomática con Ecuador y se presentaron marchas multitudinarias en toda Colombia en zonas centrales cocaleras.
En el año 2013 el presidente Juan Manuel Santos, reconoció la responsabilidad de Estado Colombiano y la indemnización por daños ambientales y la salud de supuestas víctimas de la fumigación por glifosato en el país vecino Ecuador.
En el año 2014, el Consejo de Estado dicto un fallo para prohibir la fumigación de glifosato en parques nacionales. Pero esta medida en lugar de propiciar la protección de estos lugares causo un aumento de casi un 30% de área desforestadas del sistema de Parques Nacionales causada por cultivos de coca y esto afirmado por el actual Ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, el señor Ricardo Lozano.
En Colombia la controversia sobre el uso del glifosato se centra más en el daño que puede ocasionar a otros cultivos de campesinos que residen junto a los cultivos ilícitos, pues al momento de la fumigación de esos no hay ningún tipo de aviso a la población para que se puedan proteger y puedan tomar las medidas de precaución previas a la aspersión. Además, que ahora son más los campesinos dedicados a la siembre de cultivos de coca, por ende, serán más los damnificados cada vez que se fumigue.
Pero ahora con los nuevos argumentos y hallazgos mostrados por la Organización Mundial de la Salud, es evidente que tarde que temprano aparecerán las primeras víctimas humanas del glifosato en Colombia.
Desde principios de los años 80, el glifosato es el herbicida más empleado en Colombia para controlar las malezas en los cultivos de maíz, papa, café, plátano, arroz y pastos para ganadería, y en esta área en Colombia no está prohibido.
Porque una cosa es implementar buenos usos para la práctica de este producto y otro prohibirlo para el uso de cultivos lícitos sin brindar otra alternativa tan eficaz y efectiva pues esto aumentaría el precio de los alimentos, además de su desabastecimiento.
También hay que señalar que la cantidad que se utiliza en la aplicación de cultivos para consumo humano es muy diferente a la utilizada para acabar con las matas de coca. La cantidad utilizada por litro y la altura de la aspersión es diferente.
Los opositores de la prohibición del uso del glifosato en Colombia basan sus afirmaciones en estudios realizados por defensores de los derechos humanos (nada sorprendente), que piden la adopción del principio de precaución. Estos estudios han utilizado altas dosis (mucho más altas que las utilizadas en la realidad) para demostrar el daño a nivel celular de esta sustancia. Pero este mismo principio se podría aplicar a muchas sustancias de uso cotidiano como los plaguicidas de uso agrícola y hasta las mismas sustancias que consume el hombre como la sal.
Como en la actualidad la fumigación con glifosato para acabar con los cultivos de coca está prohibida, se ha venido utilizado la manual y en un porcentaje menor con el uso de drones que no han demostrado mucha efectividad por su corto tiempo de vuelo y su limitada capacidad de transportar grandes cantidades de glifosato.
Pero analicemos, mientras aún no se ha comprobado científicamente la primera muerte humana a causa de la fumigación por glifosato en Colombia, los costos humanos causados por la erradicación manual han sido numerosos.
Este año, un auxiliar de policía murió y 11 personas -entre policías y miembros del Grupo Manual de Erradicadores- resultaron heridas. En la última década (2009-2018), según los registros de la Policía Antinarcóticos, 126 miembros de la Fuerza Pública y civiles han muerto en labores de erradicación y 664 han resultado heridos, con graves lesiones.
Respecto a las víctimas de minas antipersonal, a nivel nacional hay un aumento preocupante. De acuerdo con la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (Daicma), luego del descenso notable de las 589 víctimas de 2012 a las 57 de 2017, en 2018 subieron a 176. Aproximadamente, el 20 por ciento de esos casos se dieron en el marco de operaciones de erradicación forzada.
Esta medida tomada alrededor de la prohibición del uso de glifosato en cultivos ilícitos muestra un panorama nada alentador para los jóvenes en todo el mundo.
Este año, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo de la ONU encargado de supervisar el cumplimiento de los tratados antidrogas, ha mostrado su preocupación por el aumento de las cifras récord del cultivo de hoja de coca y la producción de cocaína en Colombia.
En su reporte anual, Viroj Sumyai, presidente de la JIFE, recuerda que el cultivo de coca en Colombia sube “constantemente desde 2013, de las 48.000 hectáreas registradas en 2013 hasta las 171.000 en 2017”.
Lo anterior solo representa un beneficio para los grupos narcoterroristas y todos los negocios relacionados con el tráfico y distribución de cocaína en todo el mundo. México es un claro ejemplo de ello, la violencia causada por mafias y traficantes es ahora más cruenta que nunca. Colombia ha pasado de ser un país exportador de cocaína a consumidor, ya que el aumento interno de sustancias ilícitas ha aumentado exponencialmente.
Yo me pregunto, ¿realmente el Consejo de Estado y la Corte Constitucional de Colombia, así como sus jueces y magistrados piensan en la salud de los campesinos colombianos y en sus parcelas cuando se oponen de manera radical a la aspersión de glifosato en los cultivos de coca en Colombia?
No lo creo. Creo que estas decisiones solo legitiman el verdadero poder detrás de sus mandatos que es proteger los intereses de los mafiosos de este país. Millones de dólares resultado de la ganancia del oro blanco (la cocaína), corren por los bolsillos de estos legistas. Además, la mayoría de la prensa colombiana también esta untada de mermelada y beneficios económicos para atacar toda media que conlleve atacar directamente el corazón de este negocio y a todo personaje que la defienda.
Fuentes
https://censat.org/es/noticias/oms-glifosato-y-cancer-la-organizacion-mundial-de-la-salud-califico-de-cancerigeno-al-herbicida-del-milagro-agricola
https://www.elheraldo.co/mundo/monsanto-indemnizar-con-usd-2000-millones-pareja-con-cancer-por-caso-de-herbicida-con
https://www.elespectador.com/colombia2020/pais/cronologia-de-una-fumigacion-con-glifosato-fallida-articulo-856847
https://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/articulo/glifosato-malo-para-coca-bueno-para-comida/33149
https://www.elespectador.com/noticias/salud/esto-dicen-los-12-estudios-sobre-glifosato-en-colombia-articulo-809532
http://www.ideaspaz.org/publications/posts/1734
https://sostenibilidad.semana.com/impacto/articulo/casi-30-del-area-del-sistema-de-parques-nacionales-esta-siendo-afectada-por-la-deforestacion-causada-por-cultivos-de-coca-ricardo-lozano/43438