Existen varias teorías acerca del orígen de esta frase, por lo que nos dimos a la tarea de indagar un poco más para explicarles las dos más importantes.
Algunos expertos en mitología griega, afirman que tiene su orígen en el poema Aquileida, escrito por Estacio en el siglo I; el cual contiene una versión del mito del nacimiento de Aquiles. Dicho poema señala que cuando Aquiles nació, Tetis (en la mitología griega, Tetis la de los pies argénteos, es una ninfa del mar, una de las cincuenta Nereidas, hija del anciano Dios de los mares Nereo, y de la Oceánide Doris) intentó hacerlo inmortal sumergiéndolo en el rio Estigia, pero su madre lo sostuvo por el talón derecho para sumergirlo en la corriente, quedando vulnerable esa parte específica de su cuerpo.
La otra versión sostenida por expertos en historia antigua, explica que en el momento cuando Tetis ungía al niño (Aquiles) con ambrosía (elixir de los Dioses 7 veces más dulce que la miel), y lo ponía al fuego del hogar para quemar las partes mortales de su cuerpo, fue interrumpida por Peleó (padre de Aquiles) y le arrancó violentamente al niño de sus manos, quedando éste con un talón carbonizado. A Tetis dicho acto la enfureció y los abandonó a ambos.
Peleo sustituyó el talón quemado de Aquiles por la taba del gigante Dámiso (célebre por su velocidad en carrera) de ahí que se nombrará a Aquiles como el de los pies ligeros.
Ambas historias señalan que el punto débil de Aquiles era su talón, es por ello que durante el asedio de Troya (batalla final de la guerra librada entre griegos y troyanos) París mató a Aquiles clavándole una flecha envenenada en el talón.
Por lo tanto la expresión el talón de Aquiles, se emplea para referirse a la vulnerabilidad de una persona o cosa.