El sprint consiste mayormente en tácticas y como hacer lo necesario en el momento justo y está relacionado directamente con la capacidad física para pedalear rápidamente y seguirle el ritmo acomodándose a lo que pide la bicicleta. Hay que tener en cuenta que hacer un sprint perfecto no es algo que se logre de inmediato e incluso no todos los ciclistas logran dominar a la perfeccion esta parte del ciclismo.
Otro punto a tener en cuenta es el de pedalear parado. Los cuádriceps componen el grupo muscular más grande del cuerpo después de la espalda, y por ende uno de los que entrega más fuerza. Sin embargo si se monta en bicicleta sentado no se logra aprovechar al máximo la potencia de estos músculos. Si se pedalea parado entonces no solo tiene incidencia la fuerza de los músculos en sí sino también el peso del cuerpo. De este modo el peso del cuerpo ayuda a aplicar fuerza a los pedales para ganar velocidad.
Finalmente hay que adoptar la posición correcta. Es fundamental inclinarse ligeramente hacia adelante mientras que se intenta buscar una posición en la que se viaje más agachado. Esto ayuda a aplicar más fuerza a los pedales mientras que reduce la resistencia aerodinámica.
Teniendo en cuenta estos puntos mencionados uno va a notar mejoras en el sprint final y esos segundos de diferencia pueden ser cruciales. Si bien esta es la técnica correcta para mejorar el sprint final también hay que tener en cuenta que el cuerpo trabaja con lo que es memoria muscular. Esto quiere decir que en un principio un ciclista deberá estar atento en cada momento para seguir estos pasos pero progresivamente el cuerpo va memorizando las posiciones y las posturas a adoptar y de este modo todo este proceso se dará con mayor n