Dicen que G.K. Chesterton afirmó que cuando la gente deja de creer en Dios, no es que no crea en nada, es que cree cualquier cosa. Estoy viendo un reportaje en la TV que presenta a
Ibiza como la tierra de las bodas por cualquier rito. Vamos por ritos de lo más extravagantes y raros. No es que busquen lo sencillo, buscan cierto "glamour" alternativo de alto standing. Ciertamente el neopaganismo hace negocio procurando ocupar ese espacio de la religión tradicional con una multitud de pequeños servicios y respuestas a la medida. ¿Qué desea, casarse por el rito de Tanit, la diosa cartaginesa? Allá que te va la sacerdotisa y le organiza una boda molona. ¿Que prefiere otra diosa de la tierra, del mar o por el rito de unos cuantos dioses entremezclados? La misma sacerdotisa aparece, es multiservicio, no se preocupe. ¿Coherencia, sentido de la verdad, cierta honestidad intelectual? ¿Para qué? La vida y la espiritualidad se han convertido en una especie de gran buffet libre en la que se sirven a la carta en función de ganas, gustos, apetencias de todo tipo. La ética y la moral "prêt à porter", total, para cuatro días que vamos a estar por aquí no merece la pena ponerse límites. ¿Qué apoyar una buena causa da "caché" y te hace sentirte mejor? Pues estupendo, lo incorporas a tu estilo de vida y listo. ¿No eres tú el protagonista de la vida, para qué te vas a complicar?
Pero tal vez estoy exagerando, o no.