Revista España

¡Cuán ingrato sería...

Por Sevilladaily

¡Cuán ingrato sería...
La frase que vemos en este azulejo la he visto reflejada en multitud de ocasiones, sobre todo, a las entradas de edificios religiosos o de culto, donde un saludo a la Virgen María es considerada como la forma más cariñosa que se puede tener con los que allí moran.
Éste que pueden ver pertenece al patio del despacho parroquial de la Iglesia de San Julián.
¿Y por qué este saludo? La respuesta la tenemos en el Evangelio de San Lucas que en su capítulo 1, versículos 26-38 narra el encuentro del Arcángel Gabriel con María de esta manera:
"En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazareth, a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María. Y habiendo entrado el ángel donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres.
Ella se turbó al oír estas palabras, y consideraba qué significaría esta salutación. Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande y será llamado Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob, y su reino no tendrá fin.
María dijo al ángel: ¿De qué modo se hará esto, pues no conozco varón?. Respondió el ángel y le dijo: El Espíritu Santo descenderá sobre tí y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que nacerá de tí, será llamado Hijo de Dios. Y ahí tienes a tu pariente Isabel, que en su ancianidad ha concebido también un hijo, y la que era llamada estéril, hoy cuenta ya el sexto mes, porque para Dios no hay nada imposible. María dijo: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró de su presencia."

El saludo que escuchó Maria debe de haber sido en hebreo "Shalôm Lad Myriam" (Paz a María); y en Griego: "Jaire, María kecharitōmenē", es decir: "Alégrate, María" un saludo muy tradicional en la epoca.
En el latin San Jeronimo lo Tradujo como "Ave" o "Salve" que hasta hace muy poco todavia era una forma común de saludo en España. La oracion que recitamos los cristianos dice eso: "Dios te Salve María", quiere decir "Dios te saluda María" o "saludos de Parte de Dios, María". Sigue leyendo >>>

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