Recuerdos de mi infancia llegan a mi mente para permitirme relatar uno de mis más grandes "vicios" Los videojuegos; ya lo cita la frase "Todo en exceso es malo", pero mi experiencia me indica lo contrario es decir le agregaría a esa frase lo siguiente: "Todo en exceso es malo, si es que nuestro intelecto nos impide obtener sabias enseñanzas de ello".
Mucho de lo que soy intelectualmente se lo debo a los videojuegos, los hay de todo tipo, explotadores al máximo de tu capacidad mental, con poco nivel de dificultad y los que te colocan con un adversario humano poniendo a prueba tus destrezas. Particularmente aquellos que eran nativos del idioma ingles forjaron mi capacidad para involucrarme más con ese idioma, conocerlo, escribirlo, pronunciarlo y muchas veces interpretar el lenguaje coloquial que sus palabras encerraban. El encontrarse ante un abanico de problemas y permitirte solamente optar por una solución correcta, te hacían elevar aún más tu capacidad por mejorar, existía una derrota e ibas por la revancha, a la larga te hacia más eficiente; así es la vida o así debería ser en todos los aspectos sociales, familiares, profesionales... No dejarte vencer y luchar hasta conseguir la victoria.
Otra magistral pincelada de este "vicio" fue la obtención de los actuales amigos que tengo, personas con los cuales llevamos más de 15 años de amistad y la cuenta continua; la adicción a los videojuegos ha cesado pero las enseñanzas de vida que logre obtener perduran.
El único vicio que debemos conservar es el constante aprendizaje que debemos obtener de todos los actos que emprendamos en nuestras vidas.
"La vida es aprendizaje, cuando dejes de aprender, mueres." - Tom Clancy