¿Cuándo afinar un piano?

Los pianos son instrumentos muy complejos fabricados con delicados materiales, como la madera, el metal y el fieltro, que son sensibles a la humedad y a los cambios de temperatura.

Un mantenimiento regular es necesario para que la calidad de su sonido permanezca inalterable. La afinación es una de las tareas de mantenimiento que es preciso realizar tanto si el piano está en uso como si no.

¿POR QUÉ SE DESAFINAN LOS PIANOS?

La madera, la principal materia prima del piano, es muy sensible a los cambios de humedad. En concreto, la tabla armónica, que actúa como una membrana curvada que soporta la tensión de las cuerdas y aporta resonancia al sonido, se contrae y se dilata según las condiciones atmosféricas. Como consecuencia, las cuerdas pierden o ganan tensión, con lo que el piano baja o sube de tono de forma irregular.

Otro elemento que influye en la desafinación es el clavijero. Con el paso del tiempo la madera del clavijero pierde humedad, de forma que las clavijas pierden fuerza de sujeción. Las clavijas, por su parte, pueden oxidarse y perder en parte su forma original.

Las partes metálicas, como las cuerdas y el arpa, también se dilatan o contraen con los cambios de temperatura. Este factor también afecta la tensión que soportan las clavijas. la consecuencia es que las cuerdas se desafinan progresivamente.

Las vibraciones a las que se somete el instrumento en su uso diario es otro de los motivos de desafinación. Se calcula que un piano en buen estado y con un uso regular puede bajar en torno a 1 Hz de tono al año.

¿CON QUÉ FRECUENCIA SE DEBE AFINAR UN PIANO?

No existen reglas estrictas para calcular cada cuánto se debe afinar un piano. El motivo es que en su desafinación influyen factores muy diversos, como la frecuencia e intensidad de uso, la calidad del piano o las condiciones atmosféricas de la zona. El técnico afinador es el profesional cualificado que puede diagnosticar su estado y determinar si el piano está fuera de tono.

Como norma general, es suficiente con afinar el piano cada seis o doce meses, incluso si no se utiliza. Las cuerdas de los pianos sin uso también están sometidas a tensión permanente.

Los expertos recomiendan que los pianos nuevos se afinen trimestralmente. La razón es que las cuerdas nuevas no han estado sometidas a tensión y se estiran más durante los primeros tres años aproximadamente.

En caso de que el piano tenga un uso intensivo, como en los conservatorios y escuelas de música, lo más conveniente es afinarlos diariamente. Por supuesto, este proceso se debe realizar antes de cada concierto.

El proceso de afinación consiste en tensar todas las cuerdas para que el piano suene de forma correcta y para evitar que se dañen otras piezas. Este mantenimiento es una inversión necesaria y no un gasto.

Así pues, cuanto más tiempo se mantiene el piano fuera de tono, más se desajusta, con el que la afinación será más costosa y los riesgos de rotura de las cuerdas, mucho mayor.

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