Hace unas semanas, y con motivo del artículo en el que analizábamos el curioso Proyecto Avatar de inmortalidad humana y sus posibilidades de éxito, lanzábamos en la cuenta de Robotsia en Twitter una encuesta con el objeto de sondear cuáles son las opiniones al respecto de los celebérrimos lectores de este blog.
Vamos a conocer los resultados.
La pregunta planteada era ésta: ¿Cuándo alcanzará la inmortalidad el ser humano?
Las opciones de respuesta y los resultados obtenidos por cada una de ellas fueron los siguientes:
- Durante el Siglo XXI: 13%
- Después del Siglo XXI: 21%
Parece claro que existe poca fe entre los lectores de Robotsia en que el ser humano consiga prolongar su vida de manera indefinida (¡y eso que doy por hecho que sois todos gente con la mente muy abierta y cierta confianza en la tecnología). Así las cosas, también parece que los promotores del Proyecto Avatar tendrán que luchar, no sólo con múltiples dificultades técnicas, sino también con la incredulidad de las personas.
Tanto la literatura como el cine han tratado el asunto de la inmortalidad en numerosas ocasiones. Así, tenemos desde todo tipo de mitos como Gilgamesh o el Santo Grial, hasta obras más modernas de ciencia ficción como La nave de un millón de años, de Paul Anderson, o Compradores de Tiempo, de Joe Haldeman. En la gran pantalla encontramos desde clásicos desenfadados como Los inmortales, hasta visiones más modernas, como In time, Selfless, o algunas como La fuente de la vida (The Fountain) de Darren Arofnosky (ver fotografía al inicio del post), que han soñado con la inmortalidad con una enorme belleza visual (os recomiendo que la veáis sin falta, a ser posible en pantalla grande).
Por cierto, de todas las encuestas lanzadas hasta el momento, esta ha sido la que ha obtenido más participación, por lo que parece claro que éste es un tema que, aunque despierte incredulidad, interesa. Podéis participar en todas las encuestas siguiendo la cuenta de Robotsia en Twitter; también podéis dejar aquí vuestros comentarios, que siempre serán bien recibidos.