Revista Opinión

Cuando alguien quiere volar dale el doble de cuerda

Publicado el 04 marzo 2014 por Javiermadrazo

Artículo publicado en Espacio Público Javier Madrazo Lavín.

Un buen amigo, hablando de las dificultades que surgen en la convivencia en pareja, entre amigos e incluso en el trabajo, siempre hace un mismo comentario, fruto de la observación y la experiencia: “Cuando alguien quiere volar dale el doble de cuerda”. Es, sin duda alguna, una actitud inteligente, que parte de la escucha, la comprensión y el respeto. Vienen a mi memoria estas palabras, cargadas de sabiduría, cuando pienso en la actitud del Gobierno del Estado español y las dos formaciones mayoritarias -PP y PSOE- cada vez que Euskadi y Catalunya reivindican el derecho que les asiste a decidir su futuro.

Todas las personas tenemos sueños y aspiraciones; los pueblos, también. Se podrán compartir o no, se entenderán o no, pero nadie está autorizado para negarlos. Aún recuerdo la impotencia que sentía cuando siendo coordinador general de Izquierda Unida en Euskadi me acusaban, como si fueran delitos y yo un peligroso delincuente, de actuar como un lunático independentista, un soberanista que merecía ser condenado o un nacionalista radical, próximo a la izquierda abertzale, por defender el derecho a decidir. Nunca tuve la oportunidad de explicar el porqué las personas y los pueblos del mismo modo que podemos pensar igualmente podemos decidir.

Quienes niegan este derecho niegan la esencia misma de la democracia, aunque cínicamente apelen a ella para legitimar su intransigencia. Coartar la voluntad de las personas y los pueblos es un gran error. Sólo se logra alejarles aún más, cuando no perderles. Euskadi y Catalunya tienen que ver reconocido su derecho a ser aquello que su ciudadanía desee, pero no únicamente como naciones que lo son, sino también, y sobre todo, como comunidades que se preocupan por el desempleo, los recortes, las privatizaciones, los abusos,…. Cometemos un gran error si creemos que el derecho a decidir se agota en un referéndum para determinar si somos un pueblo independiente o no,…

Afortunadamente, decidir es muchas más,… Y por eso le tienen tanto miedo, y unos y otros, en definitiva los mismos, cierran filas para impedir su ejercicio. Decidir Implica poder decir no a quienes nos imponen la reforma laboral, el copago sanitario, la explotación de la juventud, la marginación de muchas mujeres, el trato a las personas inmigrantes, el olvido de la tercera edad,… Por ello, me inquietan tanto quienes vetan el derecho de Catalunya a decidir su futuro el próximo mes de noviembre como quienes impulsan políticas regresivas siguiendo los dictados del FMI, el Banco Central Europeo o la Comisión Europea. Ni unos ni otros están en esa izquierda que añoro, en la que tanto confío, aunque no siempre sepa estar a la altura que a me gustaría.


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