Revista Religión
A veces nos acostumbramos a que Dios responda positivamente a todo lo que pedimos y se nos olvida que también existen otras dos respuestas más de Dios, la: “Espera” y el “No”.
A veces creemos que Dios está obligado a contestar nuestras peticiones de la forma que nosotros queremos, en el tiempo que nosotros lo necesitemos y donde lo queremos, pero se nos olvida que también Dios tiene su propia perspectiva del asunto y a veces nuestro tan ansiado o esperado “SI” puede ser un rotundo y duro de asimilar: “NO”.
¿Qué pasa cuando Dios no responde como esperamos que Él lo haga? ó ¿Qué pasa cuando su respuesta es NO?
Hoy con mi amada esposa Yamita recibimos una de esas respuestas que son: NO.
¿Qué duras son verdad?, a veces estamos tan acostumbrados a que todo sea un SI o un ESPERA con mucha fe de que se convierta en un SI, pero cuando aparece el NO pareciera que no estamos preparados para recibirlo.
Se nos hace fácil recibir un SI de Dios y también se nos hace menos difícil recibir un ESPERA, pero cuando recibimos un NO pareciera que algo está mal, pareciera que quizá Dios no leyó muy bien su agenda o hay un error, porque ese NO, no puede ser posible, porque nosotros esperamos siempre un SI.
No es que la agenda de Dios este equivocada, ni que la haya leído mal, menos que se equivocaran de respuesta o de persona, es que simplemente Dios dijo: NO.
Humanamente duele ilusionarse con una respuesta y cuando se llega el momento entender que esa respuesta es totalmente diferente a lo que en su momento pensamos, soñamos o hubiéramos querido, pero ¿Qué?, ¿Podemos hacer algo?, ¿Debemos llevarle la contraria a Dios?, ¿Nos vamos a enojar con Él?, ¿Vamos a dejar de creer en Él?, ¿Nos alejaremos de sus caminos?, ¡De ninguna manera!
La Biblia lo describe de esta manera:
“Ante ti, nada podemos hacer los que vivimos en la tierra. Tú haces lo que quieres con los ejércitos del cielo y con los habitantes del mundo. Nadie puede oponerse a ti, ni hacerte ningún reclamo” Daniel 4:35 (Traducción en lenguaje actual).
“Si el SEÑOR de los ejércitos lo ha determinado, ¿quién puede frustrarlo? Y en cuanto a su mano extendida, ¿quién puede volverla atrás?” Isaías 14:27 (La Biblia de las Américas)
Si El arrebatara algo, ¿quién le estorbaría? Quién podrá decirle: “¿Qué haces?” Job 9:12 (La Biblia de las Américas)
“Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?” Romanos 9:20 (Reina-Valera 1960)
Leer estos versos de la Biblia entre muchos otros similares que podemos encontrar, me hace reflexionar en una sola cosa: LAS DECISIONES DE DIOS SON LAS QUE TIENEN QUE SER.
Amados y amadas, cada uno de nosotros tenemos que estar consientes que la vida cristiana no se tratara de solo respuestas positivas o como nosotros las queramos, a veces tendremos que enfrentarnos a respuestas totalmente diferentes a como pensábamos o a como queríamos.
Debemos estar preparados para el NO de Dios, y no tenemos que tener actitudes negativas ante sus respuestas, independientemente de cuáles sean tenemos que someternos a ellas y seguir confiando en que en Él, porque el Apóstol Pedro dijo algo muy cierto: “Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” Juan 6:68 (Reina-Valera 1960).
Quizá en este momento estés enfrentando un “NO” de Dios, quizá sea muy doloroso, quizá nunca hubieras querido que las cosas fueran así, te entiendo, yo sé que es eso, sé lo duro que es asimilar esa respuesta y sobre todo aceptarla, pero ¿Sabes qué?, estoy seguro que eso era lo mejor, porque si Dios lo quiso así, es porque su perspectiva de las cosas lo movió a dar esa respuesta.
Los planes que Dios tiene para cada uno de nosotros llevan una línea perfecta que fue trazada por Él desde un principio, por tal razón cada respuesta que Él da lleva como objetivo cumplir esos planes independientemente si nosotros lo entendemos en el momento o no.
Job comprendió esto y dijo: “Reconozco tu gran poder; nadie puede impedirte llevar a cabo tus planes. Tú preguntas quién soy yo, que siendo un ignorante he puesto en duda tu sabiduría. Reconozco que he dicho cosas que no alcanzo a comprender, cosas que son maravillosas y que en realidad no conozco” Job 42:2-3 (Traducción en lenguaje actual).
Es difícil aceptar el NO de Dios, pero mi satisfacción es saber que mi vida y todo lo que me ha dado esta en sus manos y si Él quiere será y si no, pues no será, lo bueno de todo es que SOMOS DEL SEÑOR.
¡Tú garantía es que eres propiedad del Señor! Por lo tanto ¡Ánimo!
Autor: Enrique Monterroza
Escrito originalmente para destello de su gloria.