Revista Economía
Está muy claro que el BCE (Banco Central Europeo) consigue crear una ficticia sensación de estabilidad económica mediante el Euro. Gracias a una constante revalorización, la inflación se mantiene baja en Europa, independientemente de la actividad económica empresarial y su producción de bienes y servicios. No hace falta subir los tipos de interés para controlar una inflación artificialmente baja gracias a la barra libre de compra de activos del BCE.Todo esto está muy bien, aunque la cruda realidad es que esa magnífica sensación de estabilidad es la de unos datos Macroeconómicos que no llegan a la gran mayoría de los ciudadanos. Hablo de los pensionistas, los parados, los mileuristas etc.Y el día que el BCE cierre el grifo … ¡todavía estarán peor!Ciertamente, de momento, el Banco Central será prudente y no cambiará las cosas por el debilitamiento de los datos Macro y el temor a iniciar una guerra comercial con el dólar. Virgencita que me quede como estoy …Pero ¿Puede el BCE aplicar la misma medicina “monetaria” para todos los países?No voy a entrar en detalles, pero es evidente que el paro y la inflación real son distintos en España y en Alemania.El interés del BCE por controlar la “inflación comunitaria” perjudica claramente a España. La curva de Philips muestra la relación inversa entre inflación y paro. A menor inflación, mayor paro… Roosevelt devaluó el dólar para favorecer las exportaciones y superar la crisis de 1929. En 2010 la Reserva Federal (Fed) también utilizó una progresiva inyección monetaria que suponía una devaluación implícita …Y el Banco de Japón tomó la misma vía en 2013… Si todavía España tuviera la peseta (pero dentro de la UE como Inglaterra conla libra esterlina, Suecia con la corona sueca y Dinamarca con la corona danesa) se podrían haber controlado los tipos de interés adecuadamente, se podría haber actuado sobre los tipos de cambio para favorecer nuestras exportaciones junto al incremento del turismo y, sobre todo, habríamos actuado de inmediato para superar una crisis que, todavía, sufren los jubilados y los desempleados en España.Pero ya no hay marcha atrás, y, desgraciadamente hay que contentarse con escuchar en los telediarios que la actividad económica va mejor que nunca. Los pensionistas y parados no cuentan …Como dijo Groucho Marx: Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años! Mark de Zabaleta