Cuando el cicloturista entra en la ciudad

Seguro que todos vosotros tenéis que pasar por multitud de núcleos de población pequeños y grandes en vuestros entrenamientos y seguro que incluso alguno tiene que salir de uno de ellos para llegar a una carretera tranquila donde pedalear a tu aire. Por eso todos tenéis (o deberíais tener) muy claras las tres o cuatro reglas básicas que tienen los ciclistas en ciudad y que debemos respetar para poder hacer más sencilla la convivencia con los coches y peatones y además aumentar nuestra seguridad.

Pero aquí no me refiero a eso, sino al cambio apresurado que sufre el cicloturista cuando se convierte en ciclistas urbano. Es decir a nuestro cambio de deportista con maillot y coulotte de colores chillones devorando más de cien kilómetros los fines de semana a ese tranquilo ciclista urbano que se mueve por la ciudad en bici para ir a su trabajo o a cualquier sitio. Evidentemente ambos son la misma persona pero no se comportan igual. Así que vamos a intentar darte algunos consejos para cuando te quitar las mallas y te transformas en ciclista urbano.

Ciclismo urbano para todos

Primer consejo…esto no es subir un puerto y aquí hay que poner, de vez en cuando, el pie en el asfalto. Es decir, que nada de meter la zapatilla en el rastral (o cala) al principio y no sacarlo en todo el día. Hay que tener capacidad de reacción y nada de miedo para bajarse de la bici. Por supuesto todo esto debe de ocurrir en los espacios especialmente pensados para la práctica del ciclismo urbano, que no son otros que carrilles bici y la calzada. Piensa que por la acera no puedes circular con tu bicicleta, aunque sabemos que a veces lo haces. En ese caso vete con mucho cuidado, a poca velocidad y siempre con un pie fuera de los pedales, por si tienes que frenar en seco y no caerte. Piensa que no te gusta que los peatones invadan tu espacio en el carril-bici, ¿verdad? Así que tú tampoco debes invadir el suyo en la acera.

El atractivo retro…

En cuanto a las normas de tráfico, básicamente son las mismas que debes de respetar en carretera, con un par de adiciones suplementarias. En vías urbanas las bicicletas pueden adelantar a los coches por la derecha y por la izquierda, por lo que tu movilidad será muy grande. Eso sí, piénsatelo mucho antes de adelantar por la derecha, ya que una puerta abierta sin mirar por el retrovisor provocará un accidente en el que siempre serás el peor parado. Precaución ante todo. Respeta pasos de cebra y semáforos como siempre (¿recuerdas lo que escribimos más arriba del respeto?) y si el carril bici no reúne las condiciones de seguridad necesarias (por mal asfalto, demasiados transeúntes, baches, perros) no dudes en transitar por la calzada, ya que estás en tu derecho. De hechos muchos ciclistas urbanos deberían hacerlo más a menudo para aprender a convivir con el tráfico y adquirir una serie de reflejos automatismos típicos que les serán muy útiles el día de mañana.