Revista Salud y Bienestar

Cuando el dolor aparece sin saber por qué

Por Fat
Cuando el dolor aparece sin saber por qué
El trastorno de somatización, conocido en el pasado con el nombre de histeria, es un diagnóstico psiquiátrico aplicado a pacientes que se quejan crónica y persistentemente de varias afecciones físicas que no tienen un origen físico identificable. Una explicación etiológica común es que determinados conflictos psicológicos internos son expresados como signos físicos. Por norma general un buen número de estos síntomas físicos comienzan antes de los 30 años y durante la exploración médica no aparece ninguna enfermedad o bien si aparece alguna no explica todos los síntomas.
Bajo el título "Los trastornos psicosomáticos. Un área de encuentro entre psiquiatría y atención primaria", Avances Médicos, S.A., en colaboración con el Hospital de Basurto, Osatzen y la Universidad del País Vasco ha organizado un simposio que contará con la presencia de destacados especialistas que analizarán los últimos conocimientos de una patología que incide, de manera directa, en la atención primaria. El encuentro científico tendrá lugar el viernes, 24 de septiembre de 2010 y dará comienzo a partir de las 9:30 horas, en el salón de actos de la dirección territorial de Bizkaia del departamento de Sanidad del Gobierno vasco. El encuentro gira entorno a la figura del Prof. Javier Escobar, Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de New Jersey en USA y Vicedecano de Salud Global (un tema ahora muy de moda pero descuidado en España) de aquella Universidad.
Los trastornos somatomorfos son parte de los trastornos psiquiátricos más frecuentes en la práctica médica general, con una prevalencia del 16%. Se estima que la problemática de los síntomas somáticos sin explicación clínica representa el 15 al 25% de las consultas en atención primaria y que entre un 30 y un 70% de este tipo de consultas permanece sin explicación luego de una evaluación.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-IV) ha definido somatización como "un patrón crónico de conducta de enfermedad, con un estilo de vida caracterizado por numerosas consultas médicas y dificultades sociales secundarias". La condición normal del ser humano es experimentar síntomas somáticos. El 75% de los adultos sanos presentan algún tipo de malestar físico en el plazo de una semana. Éste puede deberse a circunstancias fisiológicas como la respiración o la circulación, a modificaciones en la dieta, a infecciones víricas subclínicas o a determinados factores ambientales (calor o frío extremo, contaminación). Son síntomas somáticos que no constituyen enfermedad.
Pero algunos pacientes amplían sus sensaciones corporales y la preocupación sobre una posible enfermedad. Esto hace que el paciente se centre en variaciones «normales» de estas sensaciones pensando que son patológicas y aumentando su ansiedad. Por lo tanto muchos síntomas no explicables por causas fisiopatológicas pueden ser atribuidos a orígenes psicosociales.
El DSM IV incluye, bajo esa rúbrica, varios trastornos: dismorfofobia corporal; conversión; somatización; dolor somatomorfo y trastorno somatomorfo. Incluye además en forma dispersa a un conjunto de síndromes más o menos emparentados: como trastornos mentales debidos a enfermedades médicas; trastornos sexuales y de la identidad sexual; trastornos de la conducta alimentaria y trastornos del sueño. Por su parte, la CIE-10 de la OMS habla de trastornos somatomorfos y trastornos del comportamiento asociados a disfunciones fisiológicas y a factores somáticos.
-Nueva clasificación de los trastornos somáticos
La nueva clasificación de los trastornos psiquiátricos cuyo borrador acaba de terminar la Asociación Psiquiátrica Norteamericana (DSM 5) ha modificado substancialmente su anterior clasificación (DSM IV) en lo que se refiere a estos trastornos. En este simposium el Profesor Javietr Escobar, que forma parte del reducido cuadro de expertos que ha realizado la nueva clasificación, expondrá las variaciones en lo que a somatización se refiere.
En estos cuadros, el adecuado procesamiento de la información se halla alterado, de manera que se produce una discrepancia entre la salud subjetiva y la objetiva: existen sujetos sanos físicamente que creen estar enfermos o que tienen trastornos leves que ellos viven exageradamente. Otros pacientes que sufren enfermedades, incluso graves, se consideran sanos. Existen, por otra parte, alteraciones de algunas funciones fisiológicas (alimentación, sexualidad...) que tienen implicaciones psicológicas estrechas. En muchos pacientes con enfermedades físicas se observan alteraciones psicológicas (ansiedad, descenso de la autoestima y depresión). Finalmente pueden existir alteraciones del comportamiento de algunas personas respecto al hecho de estar enfermas.

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