Cuando el fútbol es Premier

La línea es tan fina que a veces se tiene que sobrepasar para entrar en la misticidad del motivo por el que nos encontramos tan envueltos en una idea, en una forma de ser y de vivir. Cuando sobrepasamos límites insospechados para llegar a disfrutar de el amor que nunca marchará de nuestros corazones, es inevitable adentrarnos en el origen de este amor futbolístico que a veces incluso es desdichado en el sentido de las diferentes formas de aplicar unas reglas con diferentes ideas.Cuando el final de una etapa llega, la triste noticia de abandonar durante meses ese amor por una forma de ver el fútbol, por una filosofía y una manera de tratar aquello de lo que se consideran padres, es dolorosa. Cuando hablamos de este deporte no podemos caer en la demagogia. El fútbol es Premier, es Liverpool con los Beatles, es City con Liam Gallagher, Arsenal y su señorío o United y Chelsea. Hablamos de una ideología en la que cuando cae un templo del cielo como es Wembley para ser remodelado, los mayores cuentan historias a ritmo de lloros desconsolados por ver la sede de las leyendas totalmente nuevo sobre las cenizas de un templo sobrenatural y no terrenal.No es un amor por la Premier coloquialmente rebautizada en el año 92 y sus equipos, es una idea de justicia. De dar en consecuencia a cada uno lo que es suyo. Por esta razón fútbol es Premier League,  nunca cayendo en el disparadero de minimizar otras formas de sentir y de jugar en diferentes países. Hablamos del mimo, el cariño y el respeto con el que se trata un deporte coloquialmente pensado para unir y no desunir para querer y amar y nunca despreciar. Ellos son fundadores de una idea de unidad humanística que es reconocida en el siglo XXI de forma escasa y sobreponiendo límites insospechados en algunas ocasiones. Como ya decía Groucho Marx: ''Estos son mis principios si no le gustan, tengo otros''. Forma de pensar por la vía rápida para el triunfo sin sacrificio y sin luchar lo más mínimo, cosa que por desgracia vemos en el arte futbolístico cada vez más. Es por lo que al volver a los orígenes podemos sentir el reflejo de el respeto con la que gente que hoy día no es tan joven trata este deporte.
Bobby Charlton, George Best, Stanley Matthews, Gordon Banks históricos que dejaron huella en la cuna del fútbol dan la batuta a los más jóvenes y no tan jóvenes integrantes de la escuadra inglesa. Y es que no todos los países son iguales. En la selección inglesa saltar al campo no solo supone ir a por la victoria; el nacimiento de unos valores, de una identidad y una raza tienen que ser representados de forma sublime por todo aquel que se enfunda la camiseta de su selección. Es la representación de una creación como es el Fútbol.Amar, sentir, respetar y apartar a aquellos que no sienten esa honorabilidad por un hijo que crearon ellos mismos a imagen y semejanza. Por este motivo debemos un agradecimiento a los padres de este deporte creadores de taquicardias controladas y en ocasiones descontroladas a la hora de sentir el aura de 22 profesionales,  jugando por lo que todo el mundo desea y ama durante todo el año.Seguir a @jximenez