Es como cuando se habla del cambio climático, se habla más que se actúa.
Va siendo hora de actuar y en serio, todos a una, administraciones locales, autonómicas y nacionales.
Hay que consultar a la población rural, de poco sirve que las medidas a tomar salgan de las ciudades con una realidad totalmente distinta.
La despoblación rural también afecta a los que viven en las ciudades, eso hay que tenerlo muy en cuenta. Cuando las ciudades crecen mucho, cada vez se hacen más insostenibles y se pierde calidad de vida: contaminación, masificaciones, atascos, insalubridad, etc.
Debemos exigir ya actuaciones a corto plazo y que sean eficaces. No vale el pan para hoy y hambre para mañana.