
Imagen: quinn.anya
Ya comenté en un post anterior que las ideas geniales pocas veces terminan en negocios de éxito y que muchas empresas diseñan primero su estructura empresarial y luego desarrollan su modelo de negocio. En ocasiones, incluso, la empresa nace con la idea de comercializar una serie de productos y finalmente el éxito empresarial le llega por otro lado.
Uno de esos casos es el de la compañía de cosmética Johnson & Johnson. Originariamente el objetivo de la empresa era la fabricación de productos médicos para impedir las infecciones en las operaciones, durante tres años la empresa se mantuvo en el mercado sin grandes resultados pero algo cambió la historia.
En el cuarto año un pequeño detalle supuso un gran cambio en el destino de la compañía, algunos médicos empezaron a reclamarles que algunas escayolas que ellos producían hacían que los pacientes sufrieran ciertas irritaciones cutáneas.
Para solucionar este problema decidieron enviar una pequeña lata de polvos de talco que aliviara esas irritaciones e incorporaron el envío de esas latas con algunos productos que vendían. El sistema funcionó muy bien y, de hecho, empezaron a recibir pedidos sólo del talco.
La empresa decidió, entonces, la fabricación masiva del talco y éste se convirtió en el primer producto estrella de la compañía y que sirvió para el despegue hacia el éxito.

Consultoría de servicios empresariales.
Asesoramiento fiscal, laboral, contable y gestión de empresas.
Formación y divulgación de la actividad empresarial.
Twitter: @rbasesoria
Sin embargo no fue el único “incidente” que la empresa supo aprovechar. Un empleado veía como los vendajes que su esposa se ponía cuando sufría un accidente doméstico eran demasiado aparatoso y se desprendían con facilidad.
Ante esta situación, se puso a buscar la manera de preparar unos vendajes listos para usar y acabó ideando unos apósitos a los que se les incorporó una cinta adhesiva y se recubrieron con crinolina, acababan de nacer las “tiritas”. El nuevo invento lleva vendiendose casi 100 años y actualmente se consumen más de 100.000 millones anuales en todo el mundo.
Johnson & Johnson no nació como una empresa que comercializara un producto o una idea innovadora, pero supo aplicar la innovación a su filosofía y eso transformó a la compañía. La línea y el modelo de negocio de la empresa que acabó triunfando no fue el que se había marcado en un principio, pero su estructura, su política y su visión del mercado les ha servido para transformarse y alcanzar el éxito.
