Cuándo es lícito el aborto terapéutico o eugenésico
Un amable lector me plantea una cuestión al respecto del aborto eugenésico o terapéutico. Creo que merece la pena traer a este artículo la breve respuesta que le ofrezco al respecto.
En primer lugar hay que decir que nunca se debe admitir como legítimo un aborto terapéutico, pues es tanto como considerar que hay vidas que no merecen la pena ser vividas, y por tanto, podemos acabar con ellas. Aceptar la validez del aborto terapéutico corresponde a mentalidades eugenésicas, más propias del siglo pasado, y que deberían estar felizmente superadas. Dichas mentalidades aceptan que solo los mejores, los más sanos y fuertes, tienen derecho pleno a vivir. los enfermos son una carga para el resto de la sociedad, y si se puede evitar su nacimiento se ahorrarán disgustos y esfuerzos posteriores.
Sin embargo, lo propio del ser humano, en cuanto que animal social y civilizado, es precisamente cuidar de los más débiles. para eso el hombre se estructura en torno a sociedades. Por eso estos fetos enfermos deben ser cuidados y tratados con la dignidad que merecen como seres humanos que son.
Un problema diferente es que exista una situación de riesgo para la vida de la madre ante un embarazo con problemas. Aquí no es correcto hablar de "aborto terapéutico" sino más bien del principio de doble efecto. Lo que se busca siempre en estos casos es un bien (salvar la vida de la madre) aunque de ello se derive SIN BUSCARSE DIRECTAMENTE la muerte del feto. No hace falta aprobar ninguna ley del aborto para ello, ya que la práctica de la medicina, la lex artis, contempla estas posibilidades, siempre siguiendo el mencionado principio de doble efecto. Como ejemplo ilustrativo, tampoco haría falta una ley que aprobara las mutilaciones de miembros en ciertos casos, dado que hay circunstancias médicas que requieren que a una persona le sea amputada una pierna. Evidentemente, amputarle a uno una pierna sin razón grave que lo justifique (riesgo para su vida en caso contrario) es contrario a la dignidad y respeto debidos a los seres humanos. Pero ya la medicina contempla que en ciertos casos, se busca un bien (salvar la vida a una persona) y para ello hay que recurrir a un mal NO BUSCADO NI DESEADO (dejarle paralítico).
Con la excepción de los casos en los que los médicos ya de forma natural necesitan recurrir a practicar un aborto para salvar la vida de la madre, según el principio ya mencionado, en todos los demás casos, en los que el feto sufre algún tipo de enfermedad no se justifica que se ataque directamente a su vida, por mucho que esta no vaya a durar previsiblemente mucho una vez nacido. Cada uno tiene su tiempo de nacer y su tiempo de morir. Y nadie debería arrogarse el derecho de decidir cuándo debe morir otra persona.