Hay algo en la velocidad de lo que está ocurriendo, en lo abrupto y compulsivo del embate, de esa falta de dirección y planificación, que revela que el poder está inmerso en una interna feroz, es como una enfermedad que destruye el cuerpo que parasita. Creo que, finalmente, se va a producir una respuesta orgánica de las fuerzas vitales de lo social. No sé qué forma tendrá, pero es imposible que estas políticas prosperen. Yo creo que han identificado la cultura como un enemigo y lo bien que hicieron. Porque la cultura es anticapitalista, tiene como trasfondo lo poético de la identidad individual y colectiva, lo excita, lo activa, lo multiplica, lo señala como sentido esencial. Entonces estos tipos, que son como vampiros, saben que nuestro sector no les aporta votos sino que les genera un cuestionamiento profundo. Necesitan borrarnos.
Por Pompeyo Audivert
Creen que cerrando en INT, el FNA y el INCAA, van a paralizar la cultura. Lo que va a suceder es que la van a sobreexcitar. No hay mayor excitación que puedan producir sobre el frente cultural que querer sacarnos toda fuente de financiamiento y todos los derechos económicos que supimos conseguir. Nos van a recontra excitar, ya estuvimos súper excitados en la época de la dictadura y unidos hemos creado cosas hermosas. Teatro Abierto no tenía subsidio. Las grandes gestas culturales no fueron subsidiadas, fueron justamente movimientos independientes autónomos autogestivos herederos de las militancias históricas que generaron cosas hermosas. Y así va a pasar hasta que volvamos a recuperar todos esos bienes que son nuestros, de toda la sociedad, y que nos pertenecen. Es muy tonto. Es como pincharle la pelota a un pibe y pensar que no va a seguir jugando al fútbol.
El individualismo descerebrado que propone la derecha como naturaleza humana es totalmente antinatural y antihumano. Lo humano es la tribu, el colectivo, el conectar todo con todo, eso genera riqueza, lo creativo es lo colectivo. El miedo genera distancia, límites, reduce, acota y finalmente, mata. En realidad, el miedo lo sienten ellos, miedo a ellos mismos, a lo que sienten, quieren hacerle sentir al otro lo que les pasa a ellos. Es la oscuridad la que late ahí, la que trama sus asuntos en esas políticas oscuras. Como diría Thomas Bernhard: “Es el miedo, nada más que el miedo”
Pompeyo Audivert