Sí, estoy metiendo el cuello hasta el fondo y sé que más de uno va a estar en contra de esta entrada, pero cuando hablamos de libros problemáticos no podemos enfocarnos tan solo en aquellos que se escriben hoy en día, y a unque digan que todo tiempo pasado fue mejor, siempre encontramos una que otra excepción.
Amigas y amigos, he aquí una nueva entrega de los libros problemáticos y el por qué la época en que se escribieron no es una excusa.
Vamos, se nos enfría la comida.
Incluso abrí un hilo en Twitter en el que hablé de las novelas que romantizan la esclavitud. Entre los principales argumentos que algunos presentaron en contra del hilo fue el año en que fue escrita: 1936. Aseguran que la esclavitud no era mal vista, por lo que no puede juzgarse como tal a una novela como Lo que el viento se llevó.
El contexto histórico. El bendito contexto histórico.
De acuerdo a este tipo de defensa, estoy equivocado al hablar de los problemas de racismo que encuentro en Lo que el viento se llevó, la novela de Margaret Mitchell, o el sexismo en 1984, de George Orwell.
Lo anterior desemboca en una simple pregunta: ¿por qué no podemos abordar estos temas sin que a más de uno le hierva la sangre o sienta que lo estoy atacando como lector?
Seamos claros, Lo que el viento se llevó tiene importantes problemas de raza, y no lo digo solo por la esclavitud. Se trata del Sur en la Guerra Civil estadounidense, por lo que es obvio que hablará de esclavos, lo cual es normal. El inconveniente radica en que es una visión paternalista y romántica de la esclavitud envuelta en una visión dorada del sur que niega la realidad de la institución. ¿Cómo se aborda el tema del Klu Klux Klan en esta novela? ¡Un honorable título de caballero para defender al sur y a sus mujeres de los carpetbaggers (norteños que se mudaban a los estados del sur) y de los esclavos recién liberados! ¡Quién dijo que era un organización que promovía el racismo, entre otros males! ¡Quién dijo!
Ya, Piper, Cálmate. Sé más profesional.
Ahora hablemos de 1984. El manejo que hace el autor de su personaje femenino principal es cliché, torpe y no poco sexista. Pero claro, no se puede esperar más de un libro escrito en 1949. Uffff, se salvó de ser objeto de crítica por su contexto histórico. Pasemoslo de agache. Esta encuesta de Twitter lo resume todo.
Piper, el número de amigos desciende. Ya para.
Como otros también han señalado, los argumentos como "es producto de su tiempo" o "es el contexto histórico" son las respuestas estándar a la crítica sobre el sexismo o el racismo en cualquier producto cultural no contemporáneo. Aunque es lógico y hasta lo he llegado a creer, también es un pensamiento erróneo. ¿Por qué?
En primer lugar, la idea de que el sexismo o el racismo son "un producto de su tiempo" supone que el pasado fue evidentemente peor que el presente, que la cultura progresa en una especie de línea recta y que, por lo tanto, podemos suponer que la gente de hoy en día es más inteligente y más iluminada que en el pasado. En nuestro siglo, cientos de libros son catalogados como sexistas y siguen el mismo guión básico de as protagonistas femeninas de Del mismo modo, el racismo de 1984, por lo que el sexismo en el libro de Orwell no es de su tiempo en absoluto. Todavía sigue con nosotros.
Además, la idea de que el racismo y el sexismo eran omnipresentes antes de nuestro tiempo es una calumnia contra nuestros propios padres, abuelos y antepasados. Sí, hubo virulento racismo y sexismo en el pasado (nada muy diferente a la situación actual), pero eso no significa que todos, en todas partes en el pasado, fueran racistas y sexistas por igual.
Hagamos un análisis más detallado del asunto: l Charles Dickens son pervertidas e impúdicas, pero las de George Eliot no, al igual que los personajes de la clase trabajadora de Eliot tienden a ser retratos sentimentales condescendientes mientras que los de Dickens son seres humanos. HP Lovecraft fue de su tiempo en muchos sentidos: vivió a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, un período que muchos historiadores han descrito como el punto más bajo de las relaciones raciales estadounidenses. Sin embargo, Langston Hughes también vivió y escribió en el mismo período, demostrando que, de hecho, era posible escribir a principios del siglo XX y no ser un asno racista. Decir que Lovecraft era "de su tiempo" borra a todas las personas (no a las personas negras) que no eran racistas o tenían opiniones diferentes. Y borra al propio Lovecraft, convirtiéndolo en una pizarra en blanco, desprovisto de libre albedrío, regurgitando sabiduría aceptada, como si no tuviera otra opción (aunque el ejemplo de Langston Hughes y de, digamos, Stephen Crane, muestra que así fue).
No sé si me hice entender. La línea del "producto de su tiempo" establece una dura división entre el pasado y el presente, asumiendo que el pasado fue ignorado y que estamos iluminados. Lo hace en nombre de la defensa de la literatura pasada: de Lovecraft, Orwell o cualquiera, con el argumento de que no se podía esperar que se ayudaran a sí mismos, viviendo como lo hicieron en una edad tan oscura y corrupta.
Sin embargo, creo que en lugar de defenderlos, este argumento amenaza con hacer que estos creadores sean irrelevantes. Si después de todo, el pasado era tan diferente al presente, si sabemos mucho más ahora, si somos tan moralmente superiores, ¿qué pueden enseñarnos estos escritores? Si hemos progresado mucho más allá de Orwell en nuestra comprensión de la igualdad, la libertad y la justicia, ¿por qué deberíamos leer 1984, que pretende discutir cuestiones como la igualdad, la libertad y la justicia?
La respuesta es que todavía debemos leer a Orwell y a Mitchell. Por supuesto. El hecho de que 1984 utilice una Manic Pixie Dream Girl no hace que pase desapercibido su tiempo: este horrible tropo aparece en nuestra cultura contemporánea con una consistencia cansina. Estar atento al sexismo de Orwell es una manera de estar atento al nuestro; hace a 1984 más relevante, no menos. Por ejemplo, en el libro, el triunfo final del totalitarismo es que el amor de Winston y Julia falla. Podrías leer eso diciendo que todo amor, en todas partes, es aplastado por el poder del estado absoluto. Pero también podría verse como un comentario sobre la relación de Winston y Julia, lo cual es irreal en la medida en que Julia es tratada como una herramienta para la felicidad de Winston, en lugar de una persona por derecho propio. El sexismo evita que su relación amorosa sea una verdadera historia de amor, y es por eso que el estado puede separarla. Desde esa perspectiva, 1984 puede leerse como un análisis de cómo el totalitarismo y el sexismo se entrelazan, y tal vez, tal vez, Orwell tenía la intención de ser leído de esa manera.
Nada de esto puede negar la importancia del contexto histórico. Sería tonto descartar a Jane Austen como sexista porque sus personajes femeninos buscan hombres para su seguridad financiera en lugar de preferir convertirse en presidentes ejecutivos. Pero un contexto histórico importante es aceptar que las inequidades de raza, género y clase (por nombrar solo tres) han existido por mucho tiempo y no van a ir a ningún lado.
Para ir terminando, las discusiones sobre el racismo, incluso más que las del sexismo, ponen de manifiesto el "sí, pero así es como eran las cosas en ese momento". Es un punto válido, y uno que me hago sobre varios trabajos, pero no tendríamos un canon del que hablar si solo leemos libros que carecen de racismo, sexismo, homofobia, etc. No obstante, eso no coloca estos libros fuera del ámbito del pensamiento crítico aplicado.
Cambiando de autor, podemos reconocer que Lo que el viento se llevó existió en el período más racista de la historia y continuar hablando sobre cómo su interpretación de la esclavitud influye en los lectores modernos, o cómo todavía es o no es aplicable al sur hoy. Se les permite a los lectores estar molestos por la representación de afroamericanos en el libro y ser conscientes del contexto histórico.
En conclusión, podemos amar y leer cientos de veces 1984 y Lo que el viento se llevó, así como reconocer, sin ningún reparo, que estos libros tienen problemas y que esos problemas exigen discusión, independiente de la época en que se escribieron. En ningún momento se está criticando su calidad literaria, se están criticando aspectos ante los cuales es imposible hacernos los de la vista gorda (racismo y sexismo), pues, aunque no lo crean, esos aspectos también "son de este tiempo" y "de este contexto histórico". ¿Cuál es tu posición sobre este tema? ¿Pueden los libros problemáticos escritos en épocas anteriores servir como guía para medir los actuales?