Cada día hay más mamás emprendedoras. Con crisis o sin ella, muchas madres transformadas por el proceso de la maternidad deciden difundir una nueva manera de gestar, parir y criar y, en cierto momento, se dan cuenta de que pueden vivir de ello... O al menos sacar un dinerito que compense con un viajecito o cualquier otro caprichito las horas invertidas. El hecho de que se haga con entusiasmo y con pasión no es impedimento para recibir una remuneración a cambio del tiempo y el esfuerzo invertido.
Conozco y admiro a muchas madres emprendedoras y tengo la suerte de conocer cada día más gracias a mi proyecto personal de emprendimiento en colaboración con una socia inigualable: Oh! la luna (Culitos de Tela y Monitos y Risas). Estamos orgullosas de lo que hacemos y nos tomamos muy en serio unos principios de ética profesional y empresarial.
Por ejemplo, siempre decimos a nuestros clientes que no vendemos portabebés que no hayamos usado (o usaríamos) con nuestros propios hijos y lo mismo se aplica a los pañales de tela y al resto de nuestra gama de productos. De hecho, antes de vender cualquier producto nuevo, siempre lo probamos y testamos para asegurarnos de que cumple los requisitos de nuestros probadores personales ;-)
Cuando la ética no vende
El problema es que muchas veces esta ética profesional supone un lastre para nuestro negocio. Esto ocurre, por ejemplo, cuando tú inviertes horas de tu tiempo en asesorar a papás y mamás, en escribir artículos sobre pañales de tela, en participar en foros y grupos de facebook al respecto... Y luego llega otra persona a aprovecharse de tus textos, de tu nombre, de tu logo y del mercado que tu has abierto para traer productos de baja calidad, importados de China y venderlos a cuatro veces el precio por el que puedes adquirirlos a través de e-bay.
Obviamente, el trabajo bien hecho, bien hecho está y supone una fuente de orgullo en si misma. El que ha venido a nuestros talleres, sabe que sabemos de lo que hablamos, ha visto a nuestros hijos en la tienda y tiene argumentos de sobra para confiar en lo que le decimos.
Pero otro gallo canta en Internet, donde una persona desinformada que no sepa mucho de qué va el tema llega a pensar que los que "engañamos", "estafamos" o "timamos" somos nosotros que vendemos pañales de tela por 20 o 25 euros, cuando hay otras tiendas que los venden por 12. Me cansa ver la misma historia una y otra vez y, además, constatar como alguna de estas "remoras" que no aportan nada y que se aprovechan del trabajo de los demás se venden encima como emprendimiento familiar nacido de la necesidad de hacer un aporte socioambiental... Con permiso, pero es que me da la risa.
Esas personas que para vender sus "ecopañales", usan fotos de marcas con nombre y apellidos (debe ser que los señores chinos del ebay no invierten demasiado en fotos de calidad), que copian logos, copian textos e incluso rozan o se adentran en la ilegalidad vendiendo por Internet portabebés falsificados y sin homologación.
Y aquí es cuando se me hincha ya la vena a lo Patiño, porque lo de los pañales... Pues que quieres que te diga. Es poco ético y casi casi estafa vender esto a este precio. Que encima los señores chinos de ebay son muy majos y ni te cobran los gastos de envío... Pero, lo dicho, bueno y pase. No hacen más que aprovecharse de que algunas personas no saben idiomas y no se manejan demasiado bien en Internet para cobrarles el chopped a precio de paletilla serrana.
Rozando la ilegalidad
Pero se me hincha la vena a lo Patiño cuando estas personas empiezan a trapichear con portabebés. Mochilas ergonómicas que no solo son copias, falsificaciones, sino que además se fabrican obviando todos los estándares de calidad y carecen de la homologación necesaria que tienen que tener los portabebés en Europa. Es ilegal por partida doble: vender falsificaciones y vender productos sin homologación. Pero es que además lo hacen poniendo en peligro la seguridad de los bebés.
Si una familia incauta compra un pañal chino pensando que está comprando lo mismo que si compra un itti bitti o un Blueberry, asunto suyo es. Lo peor que le puede pasar es que su bebé acabe con el culo escocido y terminen rebotados de usar pañales de tela, pensando que en realidad sí que son "un atraso" y "una vuelta al pasado" (esos mitos que muchos invertimos horas y horas en desterrar).
Pero si una familia se compra una de esas mochilas por ahorrarse dinero ( Por 45 euros vende esta señora lo que en e-bay tienes por unos 10 euros al cambio) y su bebé termina por los suelos, pues ya estamos en una dimensión completamente diferente. Estamos jugando con la seguridad de los bebés... y con eso no se juega, y mucho menos por dinero.
Luego está ya la segunda parte, que no deja de preocuparme algo menos, el hecho de que los comerciantes que apostamos por productos de calidad, homologados, de trayectoria contrastada, quedamos como los auténticos "estafadores" al intentar vender lo que aparentemente es lo mismo al doble de precio.
No es lo mismo
Ahí por ahí quien dice que aunque estos portabebés no tengan marca no pasa nada, porque ofrecen la misma seguridad que los mei-tais o bandoleras artesanales... Y ahí, de nuevo, no puedo estar más en desacuerdo. Porque en portabebés artesanales hay calidades y calidades... Hay quien lleva diez años haciéndolos y puedes encontrar sus mei-tais de segunda mano totalmente funcionales y seguros y hay mei-tais que te da verguenza ajena mirar y más todavía cuando una mamá te dicen el precio que les han cobrado.
Pero es que lo que hacen estos "importadores cutres" no es coser portabebés. Sean mejores o peores, cuando una artesana se dedica a coser portabebés tiene que tener (o se supone) una formación mínima en costura, en porteo, tiene que saber sobre telas, invertir en materiales y currarse un mínimo la venta de su producto. Y eso, sea mejor o peor el patrón y las costuras están más o menos reforzadas, siempre tiene un mérito.
Jugar con la seguridad de los bebés, aprovecharse de la inversión en asesoría y difusión que hacen los demás, y tratar de ganar dinero por no aportar nada de valor a la cadena es tener mucho morro, se mire por donde se mire. Si duermen tranquilos por las noches, mejor para ellos. Pero que no se llamen madres emprendedoras y que no vendan su "labor" social porque no cuela. No señor, por ahí no paso. No es lo mismo.