Revista Cine

Cuando la Navidad es pura soledad: 'Felicidades' de Lucho Bender (2000)

Publicado el 21 diciembre 2010 por Pabela

Cuando la Navidad es pura soledad: 'Felicidades' de Lucho Bender (2000)
Yo sé que lo mío muchas veces es de diván. Odio los circos pero me fascinan las películas que se desarrollan en uno y detesto la Navidad pero me fascinan las películas que la tienen de trasfondo. Es que hace mucho que esta fecha dejó de ser- si es que alguna vez lo fue realmente- un día de recogimiento espiritual que haga honor al nacimiento de Jesús, el salvador. Más allá de religiones y otras cuestiones, este día debería ser el día de la bondad, la caridad y la solidaridad por sobre todas las cosas. ¿No les parece?. Sin embargo la Navidad ha sido tomada por el impulso consumista del juntarse a comer, gastar, regalar y ponerse en una curda sideral.
Pero entonces llega Lucho Bender, un cineasta fallecido muy joven en el 2004, que se ganaba la vida dirigiendo comerciales (muchos de ellos premiados) y nos muestra la contracara de la Navidad. Como sabiendo que la sociedad y el hombre no son cuestiones perfectas como las que nos quieren vender en la tele, Bender toma a varios personajes cuya soledad a horas de la Navidad es más que evidente y los entrecruza muy sutilmente, casi en forma superficial y rodeados de las situaciones más surrealistas. Y como si la soledCuando la Navidad es pura soledad: 'Felicidades' de Lucho Bender (2000)ad fuera poca cosa, todos de alguna u otra manera experimentarán la falta de solidaridad, la ausencia de esa mano que en un día como este no se le debería negar a nadie. Un cómico en decadencia que anima fiestas (Carlos Belloso) ofrece desinteresadamente un viaje hasta Buenos Aires a un ansioso hombre que debe tomar un vuelo (Luis Machín), un hombre que olvidará egoístamente a su acompañante en cuanto tenga oportunidad ; un dentista desesperado (Gastón Pauls) por comprar el juguete deseado de su hijo a última hora- como siempre nos pasa a todos- es interceptado por la policía para que salga de testigo en un procedimiento de cateo, quizá el único personaje rescatable dentro de la vorágine individualista que muestra el film; un médico de guardia (Pablo Cedrón, co-guionista del film) intenta seducir a una hermosa española antes de volver al hospital pero en su camino se cruzará un Cuando la Navidad es pura soledad: 'Felicidades' de Lucho Bender (2000)paralítico (Marcelo Mazzarello) quien le pide el favor de conducirlo por las rotas calles de Buenos Aires hasta su departamento. Y así se suceden historias comunes que parecen positivas postales de lo que debería ser la Navidad, pero que eventualmente van llenando la pantalla de piezas de rompecabezas en las que finalmente uno ve el paisaje triste, desolador y nada esperanzado de una Buenos Aires egoísta, berreta y hasta caótica.
Es un film que se va ensombreciendo considerablemente, de esos que hacen llorar y emocionar porque después de todo en Navidad, como en cualquier otro día, hay quienes nacen y quienes mueren, quienes aman y quienes están solos, quienes extrañan y son extrañados. Pero claro, en Navidad las cosas que sienten el doble; la soledad de no tener con quien brindar, con quien mirar por el balcón los fuegos de artificio, duelen más.
Se destaca por sobretodo en esta película las actuaciones de todos. Sorprende la cantidad de cómicos que interpretan extraordinariamente papeles dramáticos o personajes curiosos. Alfredo Casero- quien ganó por este film el premio revelación en los Condor; Belloso, que a pesar de personificar a un comediante sobresale con sus parlamentos; Cacho CCuando la Navidad es pura soledad: 'Felicidades' de Lucho Bender (2000)astaña, el cantante simpaticón que acá es un comisario bien argento; Mazzarello, cuyo paralítico exuda una tristeza y soledad agobiante y el propioCedrón, quien tantas veces nos ha hecho reír en chachacha interpreta a un médico cansado y timidón al quien las cosas no parecen dársele fácil.
Felicidades, ese saludo que pareciera aparecer aquí en los momentos más inadecuados de la forma más banal, termina siendo un film triste y sombrío, pesimista y agobiante en una Navidad de principios de milenio, que muestra que el mundo debería cambiar como lo pide el cómico en ese brindis de mate en mano mientras espera resignado la ayuda que nunca llega:- "y por un mundo mejor"- dice casi incrédulo.


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