Es que pensadlo por un momento. Que tu ex llegue de la mano con una tía a la fiesta donde sabe que vas a estar y que sea más guapa que tu, es igual de agradable que sufrir un apuñalamiento en plena calle por parte de un demente. Los amigos comunes presentes, me miraron primero de reojo y después con emoción. ¡A ver que va a hacer ésta, que está mu loca! pensaron algunos de ellos. Y sí, saludé a la muchacha amablemente, aunque en mi mente solo podía pensar en mí de esta forma. Y diciendo: "Chupate esta, estoy tope de buena".
Los ex son como los que se duchan por la noche para no hacerlo por la mañana, no son de fiar. ¡Zas! Y la bomba está cuando te presentan como "esta es una amiga del grupo" y se queda tan picha, que pichi me sabe a poco.
Lo tienes controlado, la usurpadora y el mamón, rebautizados. Él se ha puesto gordo y ella... ¡¡Va vestida con suéter de lycra con cuello alto sin inmutarse!! Ella no lo sabía, pero llevar lycra es cómo ir en burra y calesa en los 90. Y si tu que me lees, te has casado y has llegado en calesa sin ser Rocío Jurado, muere en el infierno mientras tu cuerpo es quemado y lanzado con fuegos artificiales.
El desenlace fue el momento de la despedida. Él se despide de todos, quedamos en vernos en otro sitio después de la fiesta. Ella, pobre muchachorra, se despide amablemente y se acerca a mí, que soy más maja que Jasmine, y me dice: "Bueno, adiós" Vi todas las miradas en mi nuca, tenia los mismos nervios que una ama de casa con 1 kg de cocaína. Voy y le respondo: "¡Hola!" con toda mi cara de Mister Bean. ¡Hola! ¿Hola? ¿¿Hola?? ¿Pero qué tipo de retraso intelectual me dio? ¿¿¿¿HOLA????
Y así acabó la noche. Ella y yo, yo y ella. Pero lo que quedó patente es que soy muy simpática y la guapa de las dos, como Toñi y Encarni. Y soy Encarni ¿Está claro, no?