Revista Economía

Cuando la progesterona se vuelve nuestra enemiga (TDPM)

Por Ms

Hola bonita, empecé este blog tras ser diagnosticada de TDPM tras múltiples visitas a todo tipo de especialista y por tanto intento compartir cada día lo que aprendo en relación a este trastorno para mejorar y ayudarte a mejorar a ti también. Hoy voy a hablar de la progesterona (y sus efectos secundarios) y de cómo en mi experiencia veo que aún hay una falta brutal de información, y cómo esta falta de conocimiento profundo hace que muchas empeoremos con los tratamientos recomendados por especialistas.

Hace un mes estuve en una ginecóloga que encontré en mi ciudad y que se suponía que era «experta» en TDPM. Le comenté que durante mi embarazo me sentí genial como nos sucede a la mayoría de mujeres con TDPM, y que ahora que había acabado y me había vuelto el periodo, volvía a sentir los síntomas.

Entonces me recetó «Cerazet» tan rápido como pudo, y con prisas mientras yo le hablaba de mi preocupación por estos cambios y por probar tratamientos que me sentaran mal en este momento tan clave de la vida.

Me atrevería a decir que me la recetó con mucha seguridad y con la confianza de alguien que da este tratamiento cada día… cuando somos pocas las que conocemos este trastorno, y menos las que decidimos tratarlo en consulta ginecológica.

Le pregunté por la cantidad de casos que atendió en consulta y confirmó mi idea… y es que había visto a muy pocas y es muy probable que no las hubiese seguido a la larga. Y con ello no contando con la información de si verdaderamente les mejoró o fue un parche que a los meses volvería con más fuerza.

Estamos hablando de una ginecóloga que pudo atenderme gracias a un seguro privado y que de nuevo, digo que me refirieron como «especialista en tdpm».

Nueva información y un rayito de esperanza

Pues bien, hace unos días vi una entrevista de Juani Lafaja en el primer congreso para la salud femenina de Ginevitex, que me hizo pensar mucho en esa cita.

Juani Lafaja lleva muchos años estudiando y tratando este trastorno, y se encuentra en un momento crucial donde está colaborando en una investigación para conocer más sobre él con datos reales de mujeres.

Ella comentaba en la entrevista que curiosamente las mujeres que padecemos TDPM, somos «intolerantes o muy sensibles» a la progesterona, y que aún pudiendo tenerla baja, si nos suministran progesterona a través de medicamentos, podemos ponernos peor.

Y de ahí que diga…

¡¡¿Entonces por qué leches una experta me manda progesterona sin advertirme de su posible impacto adverso?!!

Pues es posible que a ciertas mujeres les ayude, pero ¿y si no?

Mínimamente debería de saberlo para decidir si me embarco en un tratamiento que me pueda hacer sentir peor.

¿Por qué nos puede afectar el progestágeno en el TDPM?

El TDPM sabemos que está relacionado con una reacción anómala del cerebro a los cambios hormonales, especialmente al aumento de la progesterona durante la segunda mitad del ciclo (fase lútea).

El sistema nervioso central responde de forma exagerada a estas fluctuaciones hormonales, sobre todo a los metabolitos de la progesterona, como la alopregnanolona, que actúan sobre los receptores GABA y pueden provocar:

  • Irritabilidad
  • Tristeza profunda
  • Ansiedad intensa
  • Cambios de humor extremos

Cuando tomamos un anticonceptivo como Cerazet (solo con progestágeno), el cuerpo recibe un suministro constante de esta hormona, lo cual:

  • En algunas mujeres reduce las oscilaciones hormonales, y eso ayuda (para este caso, pues genial aunque habría que ver durante cuánto tiempo y qué efectos secundarios produciría a la larga…)
  • Pero en otras, mantener niveles altos de progestágeno de forma continua puede agravar los síntomas emocionales y del estado de ánimo.

Te dejo aquí algunos de los estudios que he encontrado a raíz de todo esto. Está claro que aún queda mucho por descubrir sobre este trastorno, así que hasta que no se conozca más, tendremos que ser nosotras las que investiguemos, dudemos y preguntemos una y otra vez hasta mejorar esta condición.

Y menciono una vez más, que un porcentaje alto de mujeres con TDPM pueden llegar a suicidarse o plantearse el suicidio, así que no es un asunto sin más… es un problema serio que destruye muchas vidas y causa mucho sufrimiento.

📚 Estudios sobre TDPM y sensibilidad a la progesterona

1. Alteración en la respuesta cerebral a la progesterona

Un estudio publicado en Neuropsychopharmacology (Nature) mostró que mujeres con TDPM experimentan una respuesta anómala en el cerebro a la alopregnanolona, un metabolito de la progesterona que actúa sobre el sistema GABA.
Esto sugiere que no es la cantidad de progesterona lo que causa los síntomas, sino la forma en que el cerebro responde a ella.

🔗 Ver estudio en Nature (2021)

2. Disfunción genética en la respuesta a hormonas sexuales

Investigadores del NIH descubrieron que las mujeres con TDPM tienen una expresión alterada de genes sensibles a las hormonas sexuales en células derivadas de su tejido epitelial.
Esto indica que el TDPM es un trastorno de la sensibilidad a las hormonas, no necesariamente de desequilibrio hormonal.

🔗 Ver artículo del NIH (2017)

3. La teoría de la abstinencia de alopregnanolona

El MGH Center for Women’s Mental Health explora la hipótesis de que el TDPM se asemeja a un síndrome de abstinencia: durante la fase lútea, la progesterona y su metabolito alopregnanolona aumentan y luego caen bruscamente antes de la menstruación.

Esta bajada puede provocar síntomas similares a los de un síndrome de abstinencia en el sistema nervioso central.

🔗 Leer más en MGH Women’s Mental Health

4. Sensibilidad genética a las hormonas

Un artículo de Wired analiza la investigación que conecta la vulnerabilidad genética a las hormonas sexuales con el desarrollo de TDPM.

Esto refuerza la idea de que no es “todo psicológico”, sino una condición neurológica y endocrina legítima.

🔗 Artículo en Wired: “A Gene Complex Could Explain PMDD”

⚠ Conclusión: Tratar con conocimiento, no con suposiciones

Estos estudios confirman algo que muchas sentimos pero que pocas veces se valida: el TDPM no es una exageración emocional ni un simple SPM intensificado, sino un trastorno complejo y biológico que implica una sensibilidad extrema a las hormonas sexuales, en especial la progesterona.

Por eso, antes de comenzar cualquier tratamiento que altere significativamente los niveles hormonales —como anticonceptivos con progestágeno solo (ej. Cerazet) o combinados—, es fundamental:

  • Entender cómo funciona nuestro cuerpo y cómo reacciona a los cambios hormonales.
  • Consultar con profesionales que comprendan la dimensión neuroendocrina del TDPM.
  • Registrar tus síntomas (muy muy importante) para identificar si hay patrones asociados a ciertas fases del ciclo o medicamentos.

Un tratamiento mal indicado puede empeorar significativamente el estado emocional y funcional de una mujer con TDPM.

El conocimiento, en este caso, es clave para tomar decisiones informadas y proteger tu salud mental.

Seguiremos investigando, luchando y soñando con un día donde el sol brille más fuerte.


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