Cuando las ganas te abandonan: timeboxing casero

¿Te sucede de vez en cuando que al iniciar una tarea compleja o presuntamente larga, tu desgana te puede?

Si eso te sucede, y no quieres perder mucho tiempo en batallas mentales de difícil pronóstico y de desgaste garantizado, prueba a diseñar tu propio TIMEBOXING CASERO. ¿Y qué es el Timeboxing?

Un modelo de autogestión que defiende tres momentos:

1.Divide tu tarea compleja en “x” tareas elementales, de un máximo de 30 minutos de duración.

2.Haz la primera tarea elemental de 30 minutos, y deja el resto para otro momento.

3.Date una recompensa por cada tarea elemental que acabes (dedícate a algo que te apetezca, aunque sea a no hacer absolutamente nada).

Realmente, defiende el principio de que “cuando sabes lo que tienes que hacer, lo esencial es empezar/avanzar”. Y de paso, elimina la “carga mental” que nos frena a realizar algo que sabemos duro, laborioso y posiblemente largo.

Este Timeboxing, bastante eficaz, puedes acompañarlo de tus propias medidas “caseras”. Aquí te damos algunos consejos.

1.Haz que la primera tarea que sea precisamente la descomposición de la principal en las elementales. Una vez hecho esto… primera parada.

2.Crea tareas elementales de distinta duración, entre 10 y 30 minutos, y ve eligiendo cada vez que vayas a avanzar algo, aquella que mejor concuerde en duración con la “fuerza” de tu barrera mental

3.Usa un “reloj de cocina” (temporizador) que te avise al final de la duración prevista. Y cuando suene… solo céntrate en terminar.

4.Y si te sientes al terminar una tarea elemental con ganas de seguir avanzando… pregúntate sinceramente, ¿qué prefiero, seguir o mi recompensa por lo hecho?

Porque lo mejor, y probable, es que metido en faena, la mejor recompensa sea precisamente la de seguir avanzando.