Cuando “las políticas” no tienen nada que ver con “la Política”

Viendo este comentario en iMedicalApps sobre un artículo de JMIR que ya comentamos en este blog en su momento, me viene a la mente una reflexión.

Es bien sabido que las políticas de una organización deben estar alineadas con la misión, visión y valores de la misma. Pero últimamente, parece que estamos viviendo una aplicación diferente y errónea de esta máxima: estamos presenciando como, cada vez más, nuestra organización se alinea con la Política (del partido en el poder).

En inglés, existe el término ‘falso amigo‘: dos palabras que se parecen en la forma de escribirse o pronunciarse, pero que significan cosas completamente diferentes. Y es que, aunque en español sean la misma palabra, si nos vamos al inglés, no es lo mismo ‘policies‘ que ‘Politics‘, ¿verdad? Que en español se use la misma palabra, parece que nos está confundiendo (o permitiendo que algunos jueguen a confundirnos)…

Como en alguna ocasión he compartido con vosotros, desde mi punto de vista, la Salud (con mayúsculas) y sus políticas (con minúsculas) debe ser una cuestión de Estado que no se subyugue a la Política (con mayúsculas). Costará mucho más llegar a un acuerdo, está claro, pero… ¿no será mejor a la larga? ¿No sería mejor plantear una estrategia a 30 años vista en lugar de a 4 años vista como hasta ahora? Y, ahora que estamos en crisis, ¿no sería más barato? Si en 4 años invertimos para algo que el siguiente va a desmontar, ¿no es un dineral tirado? Un buen político debe planificar las cosas en base a lo que es mejor para la población, no en base a lo que más se alinea con la Política de su partido. Hoy en día, la salud se ha convertido en un arma política de doble filo; doble filo porque, lo que argumento como oposición, lo transformo cuando estoy en el poder y viceversa.

La torre de Babel constituida por nuestros sistemas de información sanitarios a nivel nacional responde también a la subyugación de sus estrategias a la Política… y así nos va… y por esto se han gastado cantidades indecentes de dinero público para, al final, tener un producto inacabado. Si la eSalud hubiera sido una cuestión de estado, con 10 veces menos se hubiera conseguido 10 veces más y no estaríamos como estamos.

Lo peor de todo, es que no parece que estemos aprendiendo de nuestros errores… y ahí seguimos… y así nos va… y así nos seguirá yendo