Desafortunadamente me ha tocado ver de cerca muchos casos de personas que se abandonan, se ponen tercos y se aferran a recuerdos que solo los hacen infelices. Aunque no se vale juzgarlos porque no sabemos lo que han experimentado en sus vidas para ser como son.
También he visto a ancianos llenos de vida y que hacen todo lo que esté a su alcance por irse de este mundo felices y con la satisfacción de HABER VIVIDO.
No hace mucho un grupo de treintañeros conversábamos sobre cómo seríamos cuando llegáramos a viejos. Todos nos vemos diferentes pero encontramos un punto en común. QUEREMOS SER DE ESOS QUE SE VAN TRANQUILOS PORQUE HEMOS VIVIDO.
Cuando llegue a vieja yo quiero:
- Haber hecho todo lo que quise en la vida. No quiero que se me quede un sueño pendiente. - Darle la mano a todos los jóvenes. Mi experiencia me servirá para guiar a los que vienen detrás de mi.- No ser una carga para nadie. Aunque lucharé para no caer en la terquedad y aceptar la ayuda cuando sea necesario.- Asearme y mantenerme siempre hermosa y olorosa.- Vestirme de acuerdo a la edad y a mi realidad corporal de ese momento. Si me ven con algo ridículo me lo dicen, por favor. jajaja- Salir y disfrutar.- Compartir en familia con mi hijo, su pareja y los nietos que tendré.
Cuando llegue a vieja solo quiero haber mirado hacia atrás y sentirme satisfecha y feliz con todo lo que hice.
Y tú, ¿Cómo te ves cuando llegues a vieja (o)?
Foto del post: Kris Krug via photopin cc
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Este post es parte del reto del National Blog Post Month (NaBloPoMo) de BlogHer. Todos los días del mes de noviembre compartiré una historia en el blog. #NaBloPoMo
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